“Apple se está comportando de una manera que impide que cualquier empresa de IA, aparte de OpenAI, alcance el número 1 en la App Store, lo cual constituye una clara violación de las normas antimonopolio”, se quejó Musk.
Otro de los argumentos que utilizó es que X es la aplicación de noticias “número 1 en el mundo y Grok es la número 5 entre todas las aplicaciones”. Sin embargo, no proporcionó más pruebas que sustentaran su afirmación.
Sus declaraciones, además, son engañosas, pues en la actualidad ChatGPT no es la aplicación de Inteligencia Artificial más popular. Ese puesto lo ocupa la china DeepSeek, que desde enero se ubicó como la app de IA más popular.
Musk, entre contradicciones y peleas
Las declaraciones de Musk son contradictorias a sus conductas anteriores, pues de acuerdo con una investigación de The Verge de 2024, el empresario manipuló el algoritmo de X para impulsar sus publicaciones dentro de la red social.
Por otra parte, hace unas semanas, su chatbot Grok, cuyo lema es “buscar la máxima verdad”, consultaba entre los tuits del millonario cuando se le cuestionaba acerca de temas controversiales, como el conflicto entr Israel y Palestina, la inmigración a Estados Unidos o el aborto.
Esta no es la primera vez que Musk se pelea con Apple por temas relacionados con Inteligencia Artificial, pues cuando OpenAI se asoció con la firma para incorporar sus herramientas en el iPhone y otros dispositivos amenazó con prohibir esos dispositivos en sus empresas.
Esta conducta proviene de la batalla entre Musk y OpenAI que data de 2018, cuando propuso tomar el control de la startup, pero la oferta no fue aceptada y decidió romper relaciones con Sam Altman.
Fue así como Musk renunció a la junta directiva bajo el argumento de un conflicto de intereses, pues Tesla desarrollaba su propio sistema de IA para la conducción autónoma de sus vehículos y podrían robarse talento la una a la otra.
En marzo del año pasado se dio a conocer que el magnate demandó a los cofundadores de la empresa de IA, Sam Altman y Greg Brockman con el argumento de que los fabricantes de ChatGPT incumplieron sus acuerdos originales al buscar beneficios económicos en lugar de cumplir con la misión fundacional sin ánimo de lucro de desarrollar IA que beneficiara a la humanidad.