Microsoft, por ejemplo, actualizó la guía para sus empleados diciendo que la Casa Blanca “debería garantizar el regreso a casa en Estados Unidos de nuestros colegas que actualmente viajan al extranjero por eventos importantes de su vida”, así como de quienes tienen planeados viajes en el futuro.
Amazon, por otra parte, advirtió a los titulares de visas H-4, que son para cónyuges y dependientes de visas H-1B, que permanezcan en Estados Unidos para evitar cualquier complicación en su regreso al país.
Incluso Walmart envió un memorando a sus empleados donde dejó claro que “hasta que la situación y la intención de la orden ejecutiva estuvieran claras”, recomendaba que los empleados con este tipo de visa no salieran de Estados Unidos.
De acuerdo con Rakhel Milstein, abogada especializada en temas de migración, dijo que se espera un “caos total” durante los próximos días, además de que la nueva política sea impugnada de forma inmediata en los tribunales.
Visas H-1B, base del talento tecnológico en EU
El programa de visas H-1B es uno de los recursos que más se utilizan en el sector tecnológico, principalmente para atraer al talento extranjero calificado y es socorrido por compañías como Amazon, TCS, Meta, Microsoft, Apple y Google, entre otras.
Todos los años, las empresas presentan las solicitudes de visas antes de marzo y así estar listas para una lotería en abril. El número de visas de trabajo disponibles es de 65,000, además de 20,000 para quienes deseen hacer una maestría en el país. Tan sólo en 2025 se presentaron más de 470,000 solicitudes.
Según datos del Servicio de ciudadanía e inmigración de Estados Unidos entre 2009 y junio de 2025, Amazon es la empresa tecnológica con más empleados con visa H-1B, con 10,044. Le sigue TCS (5,505), después está Microsoft (5,189), Meta (5,123), Apple (4,202) y Google (4,181).
De acuerdo con la orden ejecutiva de Trump, esta medida busca dar la vuelta al “abuso sistemático del programa” que provocó problemas en su seguridad y economía, al fomentar un mercado laboral desventajoso para los ciudadanos estadounidenses, especialmente en industrias de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM, por sus siglas en inglés).
El viernes, luego de que se diera a conocer la orden, periodistas cuestionaron al presidente sobre si los ejecutivos de las tecnológicas estarían preocupados por la medida, pero el mandatario no dio una respuesta al respecto.