El nuevo acuerdo convierte por primera vez a una plataforma digital en el único hogar de la ceremonia tras el vencimiento con ABC en 2028, cuando se celebre la edición número 100 de los premios.
“Estamos emocionados de entrar en una asociación global multifacética con YouTube para que se convierta en el próximo hogar de los Óscar”, señalaron en un comunicado el director ejecutivo de la Academia, Bill Kramer, y la presidenta de la institución, Lynette Howell.
Un movimiento estratégico ante el estancamiento de audiencias
Desde la perspectiva de negocio, la decisión responde a un desafío claro: el alcance y la relevancia de los Oscar ha ido disminuyendo. Hace 10 años la retransmisión de la ceremonia reunía a cerca de 40 millones de espectadores estadounidenses; en contraste, de acuerdo con cifras de Nielsen, en 2024 alrededor de 19.5 millones de espectadores sintonizaron el evento, mientras que la edición más reciente (2025) fue vista por 19.69 millones de personas en Estados Unidos.
Aunque Disney destacó que esta última fue la edición más vista en cinco años —impulsada por su transmisión simultánea en Hulu y ABC—, el dato revela un estancamiento estructural. La televisión abierta sigue dependiendo de derechos territoriales y de parrillas rígidas que limitan el crecimiento de audiencia, especialmente entre generaciones más jóvenes que ya no consumen eventos en horarios fijos ni a través de un solo dispositivo.
YouTube ofrece algo que la televisión tradicional no puede igualar y se trata de la escala global inmediata. La plataforma cuenta con más de 122 millones de usuarios activos solo en Estados Unidos y más de 2,000 millones mensuales a nivel mundial. Las cifras de la compañía apuntan que se reproducen más de cinco billones de videos en la plataforma cada día, que además funciona como el segundo buscador más utilizado del mundo, solo detrás de Google.