Ese giro ya borró la posibilidad de crear 600,000 empleos en Amazon, que señaló que la apuesta por la automatización reconfigurará a su fuerza laboral en los próximos 5 años.
Datos del Foro Económico Mundial señalan que cerca de 40% de los empleadores planea reducir su fuerza laboral en áreas donde la IA automatiza tareas hacia el 2030. En economías avanzadas, ese porcentaje aumenta hasta 60%, en gran parte porque las posiciones incluyen tareas cognitivas, repetitivas o basadas en procesamiento de información que los modelos de IA pueden automatizar o complementar de forma eficiente.
“Como sucede con cualquier revolución industrial, se crearán nuevos empleos y otros van a desaparecer, pero este fenómeno impactará a todas las industrias y aunque habrá cierta resistencia, se reacomodará el mercado laboral en los siguientes años con nuevas habilidades y profesiones”, señaló Enrique Phun, analista senior de Cloud e IA en IDC América Latina.
Analistas junior, redactores, diseñadores básicos, programadores de nivel inicial, personal administrativo, atención al cliente de primer nivel, serán algunos de los roles más afectados, o sea, puestos que durante décadas funcionaron como la puerta de acceso al mercado laboral de cuello blanco hoy enfrentan un embudo cada vez más estrecho, de acuerdo con el FMI.
Werner Vogels, CTO de Amazon, señaló que parte de esta reconfiguración ya se ve en el terreno tecnológico con la llegada del “desarrollador renacentista”. No se trata de un programador más rápido ni más brillante en un lenguaje específico, sino de alguien capaz de moverse con soltura entre capas, que puede entender un problema de negocio, diseñar una solución, escribir código con ayuda de IA, desplegarlo y operarlo.
El ideal renacentista no premia la especialización profunda, sino la versatilidad informada y la velocidad para convertir ideas en productos funcionales.
Pero detrás de esa narrativa hay una reconfiguración laboral profunda, pues si un solo desarrollador puede hacer el trabajo que antes requería equipos completos, las empresas necesitan menos personas y menos jerarquías técnicas.
Los datos del Departamento del Trabajo de EU muestran que solo en octubre de 2025 se recortaron más de 150,000 empleos en empresas tecnológicas, y que muchos de ellos se debieron también a que la IA se impuso como la herramienta por la que se apuesta, por lo que se necesita dinero para el desarrollo de la misma.
Los trabajos menos expuestos, al menos por ahora, son aquellos que toman decisiones, negocian, lideran equipos o combinan conocimiento técnico con contexto humano.
Esto deja al descubierto un problema más profundo, ya que durante décadas, el trabajo fue diseñado bajo la premisa de que ejecutar tareas era suficiente para generar valor. La IA pone en crisis esa idea, pues cuando una máquina puede ejecutar mejor, más rápido y sin descanso, el valor humano se desplaza hacia el criterio, la interpretación, la responsabilidad.