¿Eres neurótico? Tal vez vivas más años
Para algunas personas, la palabra "neurótico" puede conjurar imágenes de un cierto tipo de psicoterapia: gente tipo Woody Allen acostada en largos divanes, con terapeutas freudianos sentados impasiblemente detrás, haciendo preguntas vagas sobre complejos edípicos.
La psicología, empero, ha recorrido un largo camino desde Freud, y hoy este escenario parece un poco anacrónico y por lo tanto, de alguna manera, también el término. En 1994, la condición de "neurosis" fue abandonada completamente por el Manual Diagnóstico y Estadístico de los trastornos mentales de la Asociación estadounidense de Psiquiatría.
Desde entonces, ha sido reemplazada por terminologías más específicas, como trastorno de ansiedad social, trastorno obsesivo-compulsivo y trastorno de pánico.
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Pero el neuroticismo sigue vivo en la investigación de la personalidad, donde es considerado uno de los "cinco grandes" rasgos, junto con la apertura, la responsabilidad, la amabilidad y la extraversión. Y en estos días, el neuroticismo -que se mide por las respuestas de uno a declaraciones como "me irrito fácilmente", "me preocupo por las cosas" y "me estreso fácilmente"- está siendo revalorado, pues estudios han demostrado que puede ser potencialmente beneficioso, originando una mayor creatividad, un procesamiento cognitivo más rápido y una mayor motivación (esto último se debe especialmente al sentido más agudo de los resultados negativos que experimentan las personas neuróticas).
Y en un estudio publicado a principios de este año en Psychological Science, un equipo de investigadores fue aún más lejos, argumentando que, si las circunstancias son correctas, la neurosis puede ser el rasgo de la personalidad que ayuda a extender la vida.
Todavía es una afirmación bastante contraintuitiva, pues más allá de la creatividad y la motivación, los estudios también han demostrado que en conjunto, el pensamiento negativo -el distintivo de una persona altamente neurótica- influye negativamente en la salud, mientras que la felicidad y el pensamiento optimista son influencias positivas.
Dado que las personas neuróticas tienen, por definición, más angustia psicológica, y las personas psicológicamente angustiadas suelen tener más problemas de salud que acortan la vida, como la depresión, parecería lógico que las personas neuróticas tuvieran vidas más cortas que las personas no neuróticas.
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Pero ese argumento no convenció enteramente a Catharine Gale, profesora de epidemiología cognitiva en la Universidad de Southampton e investigadora principal del estudio de Psychological Science.
"Los estudios anteriores han sido inconsistentes", me dice Gale. "Algunos de ellos han descubierto que el elevado neuroticismo aumenta el riesgo de morir prematuramente, otros han encontrado lo opuesto".
Para resolver esta inconsistencia, Gale y sus coautores recurrieron al Biobank de Reino Unido, un acervo masivo de datos de salud recogidos entre 2006 y 2010 de más de medio millón de residentes británicos entre 37 y 73 años.
Además de analizar el neuroticismo de los sujetos (a partir de un cuestionario de personalidad) y recabar informes escritos por los propios sujetos, los investigadores también examinaron comportamientos específicos de salud (fumar, beber, dieta, ejercicio), atributos físicos (IMC, presión arterial), función cognitiva (tiempo de reacción, velocidad de procesamiento mental), enfermedades diagnosticadas (auto-reportadas) y nivel socioeconómico (educación, patrimonio, código postal).
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En promedio, los datos de cada persona abarcaron seis años y tres meses; casi 5,000 participantes murieron durante el período de recolección de datos, lo que dio a su información un poder estadístico especialmente sólido.
Reuniendo toda esta información, los investigadores notaron algo extraño: Las personas que clasificaron su propia salud como mala también eran proclives a tener mayores niveles de neuroticismo y una menor probabilidad de muerte prematura.
Al principio, Gale pensó que estas personas más neuróticas que vivían más tiempo tal vez simplemente se cuidaban más, por lo tanto alargaban sus vidas.
"Al principio miramos las cosas obvias que pudieran explicar esta disminución de la mortalidad, como las conductas respecto a la salud", dice. "¿La gente se comportaba de manera diferente con cosas como fumar, beber, hacer ejercicio y dieta si autoevaluaban su salud como mala y tenían un alto neuroticismo?" Pero ese no era el caso.
De hecho, era lo contrario: las personas más neuróticas eran menos propensas a comer suficientes frutas y verduras o hacer ejercicio, y más propensas a fumar y beber alcohol, ya fuera todos los días o casi todos los días.
Así que estudiaron la siguiente posibilidad. Tal vez, razonó Gale, el vínculo entre el mayor neuroticismo y un menor riesgo de muerte se debía a una cuestión de tiempo. Tal vez la gente ya estaba enferma en el momento en que se midió su personalidad, afectando tanto sus puntuaciones de neuroticismo como su probabilidad de muerte prematura durante la recopilación de datos. Pero ese camino tampoco resultó.
Al final, concluyó que las personas neuróticas tal vez iban más a menudo a consulta médica. "Lo único que podíamos pensar que la gente estaba más atenta a su salud", dice. "Quizás vieron a su médico con más regularidad cuando tenían síntomas que les preocupaban, y eso podría conducir a diagnósticos más tempranos de enfermedades graves, sobre todo en el caso de cáncer".
No hay datos en el Biobank para apoyar o refutar esta teoría, pero Gale cree que, por ahora, es la hipótesis más plausible. "No sabemos con certeza que ese sea el mecanismo de protección, pero ciertamente descubrimos que un aspecto del neuroticismo es que independientemente de cómo calificas tu salud, parecía proteger la salud", dice.
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Hay otra investigación que respalda el vínculo entre el neuroticismo y una mayor atención a la salud. Un estudio publicado en 2010 en la revista PLOS One, por ejemplo, halló que las personas con mayor neuroticismo tendían a buscar atención médica con más frecuencia. Y un estudio del año 2000 en el Journal of Personality examinó el concepto de "neuroticismo sano", o la idea de que las personas más neuróticas tendían a estar más atentos al cuidado de sí mismos.
La ironía allí, como reveló la investigación de Gale, es que en la mayoría de los casos –fuera dieta, ejercicio, beber o fumar- las personas más neuróticas tienden a cuidarse peor. Pero quizás saben cuándo es el momento de ver a un médico, lo cual podría ser la diferencia más importante. Y si bien la idea freudiana de la neurosis ya no puede aplicarse a nuestra comprensión moderna de la psicología, Freud parecía estar adelantado a su tiempo en lo que respecta a ciertos aspectos del rasgo.
"Los neuróticos se quejan de su enfermedad, pero sacan el máximo provecho de ella", escribió en cierta ocasión.