La innovadora colección del Louvre Abu Dabi, un museo auténticamente universal
Pintada exquisitamente con una piel tersa como la porcelana y vestida de rojo, con los hombros ligeramente ladeados, La Belle Ferroniere, de Leonardo da Vinci, tiene esa clase de mirada que ha hecho de su creador uno de los artistas más celebrados de la historia. A pesar de todo, siempre la superó su hermana mucho más famosa: la Mona Lisa .
Pero ahora, la dama de rojo ha salido del anonimato. La Belle Ferroniere, una de varias obras de arte que el Louvre de Abu Dabi recibió en préstamo de su homólogo parisino, estuvo en primer plano en la gran inauguración del museo, a mediados de noviembre. El da Vinci está entre otras obras de arte dignas de la primera plana, tales como La Gare Saint-Lazare, de Claude Monet; un autorretrato de Van Gogh, y Retrato de una dama, de Pablo Picasso.
Sin embargo, el Louvre Abu Dabi se considera el primer museo universal del mundo árabe, lo que indica que exhibirá obras de varios siglos y continentes. Para lograr esto de verdad, la institución tendrá que llevar al público más allá de da Vinci.
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"Tras más de un siglo de colonización, ya no es posible usar el modelo museístico clásico para hablar de historia", dijo Jean-Francois Charnier, director científico de Agence France-Museums, dependencia a la que se designó como administradora del Louvre Abu Dabi cuando los gobiernos emiratí y francés firmaron los primeros tratados, en 2007.
Para Charnier, la nueva institución es una oportunidad para volver a contar la historia de la civilización, así que decidió disolver los departamentos de curaduría tradicionales. Decidió reunir objetos de los mismos periodos y de diferentes geografías para encontrar una narrativa en común.
"[Nos alejamos de] la visión de los valores europeos y los valores occidentales que se difunden alrededor del mundo… nos dispusimos a encontrar una solución para hablar de universalidad y de su significado en nuestra época de globalización", explicó.
'Un símbolo de igualdad'
Con este objetivo en mente, el Louvre Abu Dabi buscó intencionalmente objetos ajenos a las instituciones francesas. Entre las obras que están en exhibición está una herramienta prehistórica de piedra y una estela funeraria del siglo I, originaria de La Meca, que recibieron en préstamo de la Comisión Saudí de Turismo y Herencia Nacional; una colección de más de 400 dírhams de plata del califato abasí de Iraq, en préstamo del Museo Nacional de Omán, y una figura de dos cabezas, de 8,000 años de antigüedad, cortesía del Departamento de Antigüedades de Jordania.
Charnier también está creando narrativas nuevas al empatar objetos entre los que nunca antes se había entablado un diálogo. Uno de los ejemplos es un bodhisattva de pie del siglo II, del reino de Gandhara, en Pakistán, que se exhibe junto a una estatua de un orador romano del mismo siglo. En ambas estatuas puede verse la influencia griega en los pliegues de los ropajes. También se exhiben juntas piezas de diferentes religiones con el fin de subrayar los gestos comunes de humanidad.
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"Esta clase de gestos es lo que hará del museo un símbolo de igualdad", dijo Rose Balston, historiadora del arte que vive en Emiratos Árabes Unidos. "Ya no podemos poner a Europa y a América en el centro del mapa, ya era hora de que hubiera un museo que refleje una mayor igualdad entre los diferentes países y continentes. Es una ambición audaz, ya que cada quién tiene sus ideas sobre lo que significa ser universal. Las piezas que he visto en la colección hasta ahora reflejan un gran comienzo".
Entre los otros artefactos de la colección permanente están un brazalete de oro en forma de león, del siglo VIII, procedente del Azerbaiyán iraní, y un aguamanil de madreperla de Guyarat, India, del siglo XVII. El público también puede ver un salero tallado en marfil de elefante, de principios del siglo XVI, así como un buda meditando protegido por Muchalinda, rey de las serpientes, originario de Camboya, de entre el año 1100 y el 1150.
"Cada objeto que manejamos en este museo tiene una historia muy importante que contar", dijo Balston. "Algunas de las piezas podrían haber quedado opacadas por objetos más famosos en otro museo, pero aquí todas tienen su propio espacio y su propia narrativa. Tienen historias esenciales y, vistas en conjunto, quedará claro que son parte de esta historia universal que el Louvre Abu Dabi trata de contar".
Este artículo forma parte de una serie extendida en la que se explora el nuevo Louvre Abu Dabi.