¿Es este el lugar más improbable para una pista de hielo?
Las Maldivas, un país insular situado en el Océano Índico, es conocido por su millar de islas y sus extravagantes ofertas.
El hotel Rangali de Conrad Maldives Island ofrece un servicio de asistente o mayordomo de Instagram, quien recomienda los mejores lugares para sacar fotografías, así como un restaurante de cristal bajo el agua. Soneva Jani ofrece toboganes privados en todas sus villas sobre el agua; en tanto que The Private Reserve brinda la villa sobre el agua más grande del mundo.
Pero esta primavera hay otra razón para visitar Las Maldivas: estrenar su primera pista de hielo.
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Apodada "Ice Ice Maybe...", la pista de 170 metros cuadrados abrió en marzo en el hotel Jumeirah Vittaveli, ubicado a unos 20 minutos en barco desde la capital de Malé.
"Lo llamamos ‘Ice Ice Maybe...’ para dar a entender que no es una pista de patinaje sobre hielo tradicional", dijo Amit Majumder, gerente general de Jumeirah Vittaveli, a CNN Travel.
"Es una pista sintética construida en la playa, por lo que puedes ir a nadar en las aguas tropicales y luego ir a patinar inmediatamente, o viceversa".
La primera pista de hielo de las Maldivas
La idea de la pista de hielo comenzó a fraguarse en diciembre de 2016, justo en la época navideña.
"Había algunos huéspedes habituales que se hospedan con nosotros desde hace muchos años", dice Majumder. "La hija de esa familia nos desafió a construir la pista. Dijo que quería pasar una navidad de esquí y aventuras, pero sus padres querían seguir regresando a las Maldivas".
Así que Majumder se propuso entregar lo mejor de ambos mundos.
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"El proyecto fue desafiante en las Maldivas, no es como Europa, donde la gente ya conoce las pistas de hielo", explica Majumder. "Fue una dura curva de aprendizaje. Investigamos mucho para conocer el equipo que necesitaríamos, cómo debían ser los límites de seguridad, el tamaño óptimo de la pista..."
Un factor no negociable del proyecto era encontrar una solución ecológica. "Mientras investigábamos, visitamos algunas pistas de hielo reales", dice el gerente.
"Así fue como conocí al medallista de oro olímpico Evgeni Plushenko (el patinador actuó en la ceremonia de inauguración de la pista). Fui a ver su pista en Rusia, que está hecha de hielo real. Allí supe cuánta energía consume realmente una pista tradicional."
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Para que una pista convencional se mantenga congelada, debes refrigerarla, lo que requiere electricidad y agua constantes.
"Somos una isla, así que debemos ser muy cuidadosos con nuestro impacto (ecológico)", dice Majumder. "Cada kilovatio hora de energía que utilizamos causa la quema de diesel o combustibles fósiles, por lo que una pista de hielo tradicional era imposible".
En vez de eso, el hotel reclutó a la compañía suiza Glice para construir una pista artificial de energía cero.
"Un huésped habitual, cuya hija patina sobre hielo, nos contó sobre la pista de hielo sintético de Glice", recuerda Majumder.
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"Experimentamos primero en un área pequeña y, cuando vimos que funcionaba bien, la aumentamos".
Compuesta de láminas de hielo plástico, las superficie sintética de la pista, hecha de silicio y plástico, no requiere temperaturas frías para producir esa sensación de deslizamiento.
La pista artificial puede resistir las temperaturas maldivas, que rondan los 27 grados gran parte del año.
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"Algunas personas asumen que será fría, ya que es una pista de ‘hielo’, pero ese no es el caso", explica. "La atmósfera es un poco más fría, debido a la sombra, pero no se necesita refrigeración ya que es una pista sintética".
A primera vista, la pista luce como cualquier otra villa maldiva con sus pilotes de madera y techo de paja.
"Queríamos unificar la pista con la arquitectura de las Maldivas", dice el gerente. "La única gran diferencia es que hemos agregado algunos paneles de vidrio en el techo para dejar entrar luz natural. No se parece a ninguna pista de hielo que yo haya visto".
La pista, que rápidamente se volvió popular sobre todo entre las familias, solo está disponible para los huéspedes del hotel. "Tratamos de mantener la experiencia lo más privada posible para los residentes de la isla", dice Majumder.
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"La única excepción sería que abrimos la pista a los locales de vez en cuando, para que nuestros vecinos puedan experimentar el deporte".
Para los huéspedes del hotel, cada sesión de patinaje de dos horas (a un costo de 75 dólares por persona) incluye el alquiler de patines, el equipo de protección, recuerdos y un helado al final, para asegurarse de que te hayas refrescado adecuadamente antes de volver a la playa.
