La final de la Champions crea problemas de alojamiento en capital ucraniana
La final de la Champions el sábado 26 de agosto entre el Real Madrid y el Liverpool ha provocado una explosión de los precios del alojamiento en Kiev. Algunos hoteles han multiplicado por 100 sus tarifas habituales y aquellos que habían reservado con tiempo se encontraron que sus reservas habían sido anuladas.
Cuando Julie Pierson y su novio Jorge Ramírez se enteraron de que la reserva del departamento de Kiev, adonde viajaban para asistir a la final de la Champions, se había anulado, poco podían imaginar que acabarían siendo alojados por un ministro.
A su llegada a Kiev, esta pareja de fanáticos del Real Madrid fueron acogidos por el ministro de Información Iouri Stets y su esposa Iana Konotop, presentadora de televisión, en su apartamento de dos habitaciones ubicado en un barrio residencial de la capital ucraniana.
null"Cuando empezaron estas alzas extraordinarias de los precios, tuvimos mucha vergüenza de estos personajes (...) y decidimos ponerle remedio como pudimos", explica Iana Konotop.
Su marido pone una única condición: "Que sean aficionados del Real Madrid". La familia vive en verano en una casa de campo y su apartamento en Kiev queda vacío.
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Sus invitados habían reservado un apartamento a través de AirBnB, pero su reserva fue anulada, como muchas otras. Y los precios de los hoteles eran exorbitantes.
Finalmente, encontraron donde hospedarse en Facebook, una de las redes sociales donde ciudadanos de Kiev proponían gratuitamente alojamientos para los aficionados al futbol con la etiqueta #FreeKyivCouch4Fans o a través de un grupo especialmente creado para ello FREE couch for football fans, que ya cuenta con 8,900 miembros.
Otro caso es el de Mikhaïlo Kalenski, copropietario de una agencia de viajes, que acogerá a su invitado británico, Daren Olding, cuya reserva de hotel también fue anulada en mayo y el precio de su habitación pasó de 36 a 1,200 euros la noche.
Daren acabó pidiendo alojamiento a través de Facebook y poco después Mikhaïlo le contestó y se pusieron de acuerdo en apenas tres minutos.
El hermano de Mikhaïlo también acoge a dos aficionados del Real Madrid y antes del partido los dos hermanos prevén reunir a sus invitados para comer en un bar.
Pese a esta solidaridad, cientos de aficionados han preferido tirar la toalla. Los aficionados del Real Madrid devolvieron un millar de entradas.
