Los $ecretos detrás de las $ubastas de arte
STEVEN MURPHY
El mundo del arte nunca ha sido más global o más accesible. Las mejores estimaciones indican que las ventas anuales oscilan entre 60,000 y 70,000 millones de dólares (mdd) al año, y las transacciones se realizan en galerías, en ferias de arte, a través de servicios de asesoramiento y en internet.
Sin embargo, incluso los amantes del arte con mucha experiencia encuentran intimidantes las subastas, que generan alrededor del 20% de las ventas anuales. También es indudablemente una de las formas más interesantes de obtener lo que deseas a un precio de mercado.
Comencemos con un hecho básico: las subastas son eventos públicos. Cualquiera puede ver lo que está en oferta y elegir participar. Cuando baja el martillo, el precio de un objeto ha sido determinado por las personas que lo quieren, a la vista del mundo.
Lee: Estos son los artículos de Robin Williams que se subastarán
Pero es fundamental hacer un poco de tarea antes de registrarse para hacer una oferta. Cada casa de subastas publica un catálogo en línea de obras varias semanas antes de una venta, para que puedas ver las imágenes y aprovechar la enorme cantidad de información disponible no solo sobre precios, sino sobre la historia del trabajo y más.
Con tanta información a tu alcance en tiempo real, puede ser difícil descifrar qué vale la pena comprar y a qué precio. Por lo tanto, al igual que con cualquier otra inversión, es imprescindible contar con el asesoramiento de una persona con experiencia en arte que te ayude antes de tomar una decisión.
Puedes consultar a asesores de las casas de subastas o independientes. Y deberías ponerte de pie frente al arte. Lo que te mueve en la pantalla no necesariamente te moverá de la misma manera en la sala, y esta sutileza puede cambiar tu decisión. El arte no es simplemente una inversión mercantil, es una narrativa cargada de emociones desde su creación hasta su adquisición.
Recomendamos: Un Ferrari de los 60 es el auto más caro vendiddo en una subasta
Las casas de subastas siguen siendo algunos de los mejores lugares para comprar arte, pero se necesita orientación sobre los precios, ya que la competencia de ofertas en la sala puede ser emocionante y seductora. En 1852, una pintura de Murillo, "La Inmaculada Concepción", se subastó en Londres. El Louvre triunfó, ganando el trabajo por el precio de 24,600 libras (casi 32,000 dólares). Ese fue el precio más alto pagado por una obra de arte durante más de medio siglo. Hoy vivimos en la era en que los registros caen con más frecuencia. Solo el año pasado, otra guerra de ofertas trajo una pintura de Leonardo da Vinci a un nuevo récord mundial al ser vendida por 450 mdd.
La motivación para adquirir una obra de arte la genera mucho más el corazón que la mente o el bolsillo. Cada pieza de arte es única, y en cualquier modelo económico, la rareza y la escasez son factores clave del precio.
Picasso fue prolífico, pero cuando sale a la venta un Retrato de Marie Therese de 1932 en particular, solo hay uno en oferta, lo que impulsa el precio. Solo habrá una persona que será dueña. Vivir con una imagen que te conmueva es lo que debería motivarte a comprar una obra de arte.
Por lo tanto, analiza los catálogos de subastas en línea, visita las exposiciones de preventa en las casas de subastas, obtén algunos consejos y asesoría y luego haz lo que cada gran coleccionista hizo cuando comenzó: compra algo que te guste.