Dietas ricas y bajas en carbohidratos, ¿incrementan riesgo de muerte prematura?
(CNN) — Tanto una dieta rica como una baja en carbohidratos incrementa tu riesgo de muerte, según un nuevo estudio. Las personas que los consumen con moderación cosechan más beneficios para su salud.
El riesgo de mortalidad aumenta si los carbohidratos componen menos del 40% y más del 70% de tu dieta. El consumo de niveles moderados, dentro de ese rango, es la mejor opción para tener una buena esperanza de vida.
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El menor riesgo de muerte prematura se relaciona con una dieta compuesta de entre un 50 y un 55% de carbohidratos, según el estudio que se publicó el 16 de agosto .
Sin embargo, la definición de la dieta baja en carbohidratos contiene la advertencia de que no todas las dietas son iguales.
Las personas que siguen dietas bajas en carbohidratos y los reemplazan con proteína y grasas animales como la carne de res, de cordero, de cerdo, pollo y queso, registraron un riesgo de mortalidad más elevado que el de las personas que consumen proteínas y grasas de origen vegetal, como las verduras, las legumbres y los frutos secos.
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"Tenemos que analizar cuidadosamente cuáles son los compuestos saludables de las dietas que brindan protección", dijo Sara Seidelmann, investigadora de medicina cardiovascular del Brigham and Women's Hospital de Boston, quien dirigió el estudio.
Seidelmann advirtió sobre la gran popularidad de las dietas bajas en carbohidratos como técnica para bajar de peso; la gente deja de consumir alimentos como pan, pasta y papas.
Aunque en otros estudios se ha demostrado que dichas dietas pueden ser beneficiosas para bajar de peso a corto plazo y para reducir el riesgo de cardiopatías, se está demostrando que el efecto a largo plazo podría ser más negativo, según el estudio.
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"Nuestros datos indican que las dietas bajas en carbohidratos, basadas en productos de origen animal —que predominan en América del Norte y en Europa— podrían estar relacionadas con una esperanza de vida más corta en general y debería desalentarse su uso", dijo Seidelmann.
"En un consumo diario 'promedio' de 2,000 kilocalorías, una dieta de 30% de calorías provenientes de los carbohidratos equivale a solo 150 gramos al día; los azúcares (naturales o 'agregados') aportan alrededor de 50 gramos de ese total. Con tan solo 100 gramos de carbohidratos complejos al día para aprovechar, es inevitable que se reduzca la ingesta de cereales, granos y verduras ricas en almidón", dijo Catherine Collins, dietista del Servicio Nacional de Salud de Reino Unido, quien no participó en el estudio.
Collins agregó que estas dietas comprometen lo esencial de una dieta saludable: fibra dietética para prevenir el estreñimiento, controlar el azúcar en sangre y reducir los niveles de colesterol.
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Las pautas gubernamentales de países como Reino Unido recomiendan que al menos una tercera parte de la dieta consista en alimentos ricos en almidón.
Los hallazgos "van a desilusionar a quienes, por experiencia profesional, seguirán defendiendo su culto a la reducción de carbohidratos, pero contribuye a la abrumadora cantidad de pruebas que respaldan un enfoque equilibrado respecto al consumo de carbohidratos recomendados por los órganos de salud pública de todo el mundo", apuntó Collins.
El equipo estudió a más de 15,000 personas de entre 45 y 64 años, de diferentes estratos socioeconómicos, de cuatro regiones de Estados Unidos. Calcularon el consumo promedio de calorías y la proporción de calorías de diferentes grupos de alimentos según un cuestionario que los participantes respondieron, en el que detallaron qué tipo de alimentos y bebidas consumían, el tamaño de las porciones y la frecuencia de sus comidas. Luego se les dio seguimiento durante 25 años en promedio, lapso durante el que 6,283 participantes murieron.
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Años agregados
Además del descubrimiento de un rango óptimo asociado con un riesgo menor de muerte prematura, el equipo también calculó cuántos años adicionales aportaba una dieta moderada en carbohidratos a ciertas edades.
A partir de los 50 años, la esperanza de vida promedio fue de 33 años más en el caso de las personas que consumen carbohidratos con moderación. Son cuatro años más que en el caso de las personas que siguen una dieta baja en carbohidratos (29 años) y un año más que quienes siguen una dieta rica en carbohidratos (32 años), según el estudio.
Los resultados se combinaron con otros siete estudios sobre ingesta de carbohidratos entre personas de países norteamericanos, europeos y asiáticos, lo que reveló tendencias similares en la esperanza de vida.
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Seidelmann reveló que reemplazar los carbohidratos con proteínas y grasas de origen animal, en vez de vegetal, tiene un riesgo agregado. No obstante, los investigadores reconocen que sus hallazgos están en etapa de observación y no pueden demostrar la relación causa-efecto entre comer demasiados carbohidratos o muy pocos. También destacaron que en las dietas bajas en carbohidratos de Occidente, la gente suele consumir más grasas animales y carne en vez de más verduras, frutas y cereales.
Además, de acuerdo con los autores, los hallazgos podrían aplicarse menos generalmente a las poblaciones asiáticas que llevan dietas ricas en carbohidratos (más del 60% de carbohidratos en promedio), pero que suelen consumir pescado en vez de carne.
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Los expertos del campo coinciden en que los hallazgos son notables. "Las pautas actuales han recibido críticas de quienes favorecen las dietas bajas en carbohidratos, basados en gran medida en estudios a corto plazo sobre pérdida de peso o del control metabólico de la diabetes, pero es vital considerar los efectos a largo plazo y examinar la mortalidad, como se hizo en este estudio", dijo Nita Forouhi, líder del Programa de Epidemiología Nutricional de la Universidad de Cambridge (Reino Unido).
"Uno de los mensajes realmente importantes de este estudio es que no basta con centrarse en los nutrientes, sino en si se derivan de fuentes animales o vegetales", agregó.
"Cuando se reduce la ingesta de carbohidratos en la dieta, hay beneficios si se reemplazan con grasas y proteínas de origen vegetal, pero no cuando se sustituyen con fuentes de origen animal como la carne. En muchos regímenes bajos en carbohidratos no se hace esta distinción, pero es importante".