El choque séptico o shock séptico es una afección médica grave que se produce cuando una infección generalizada provoca una peligrosa caída en la presión arterial. Esta condición puede ser causada por bacterias, hongos o virus, y presenta un alto riesgo de mortalidad.
Choque séptico: una emergencia médica con alta tasa de mortalidad
Síntomas de un choque séptico
Los síntomas del shock séptico pueden variar, pero generalmente incluyen presión arterial baja, disfunción de órganos y una respuesta inflamatoria. En algunos casos, también puede haber daño tisular. Los factores de riesgo para el shock séptico incluyen la edad avanzada, un sistema inmunológico debilitado y la presencia de infecciones.
¿Cómo se diagnostica?
El diagnóstico de shock séptico se realiza a través de exámenes de sangre y otras pruebas como hemocultivos. Una vez diagnosticado, el tratamiento es una emergencia médica que generalmente requiere ingreso en la unidad de cuidados intensivos. El monitoreo hemodinámico se utiliza para revisar la presión del corazón y los pulmones, y el tratamiento médico agresivo es esencial.
¿Cómo prevenir un shock séptico y qué lo causa?
Aunque la prevención del shock séptico puede ser difícil, el tratamiento oportuno de las infecciones bacterianas y la vacunación pueden ayudar a reducir el riesgo. Si se presentan síntomas de shock séptico, se recomienda buscar atención médica de emergencia de inmediato.
El shock séptico puede derivar de cualquier tipo de infección, como neumonía, infecciones urinarias, infecciones digestivas, infecciones en el torrente sanguíneo, heridas o quemaduras. Las complicaciones de la septicemia incluyen daño a órganos vitales y aumento del riesgo de infecciones futuras. El tratamiento temprano mejora las posibilidades de supervivencia.