Fue hasta 1978 cuando el Concorde de Air France estableció la ruta París-Washington-México realizando un vuelo de 7 horas 22 minutos con una escala en Washington que tomó 45 minutos para reabastecerse de combustible; el avión aterrizó en territorio mexicano el 21 de septiembre de dicho año.
El Concorde siguió viajando regularmente a México los cuatro años siguientes hasta el 1 de noviembre de 1982 cuando la empresa Air France declaró que los usuarios de nuestro país no podían cubrir el costo elevado de este servicio.
La aeronave no solo hacía vuelos ordinarios entre continentes, había vuelos especiales como aquel que aterrizó en la capital del país el mes de marzo de 1987. Multimillonarios ingleses y estadounidenses respondieron a la convocatoria de la Agencia Goodwood Travel Limited para realizar una “vuelta al mundo en 17 días” como la que narró Julio Verne, pero en menos días.
El 7 de marzo abordaron la nave en el Aeropuerto Heathrow de Londres y fueron viajando a ciudades como Moscú, El Cairo, Nueva Dheli, Pekín, Guam, México, Barbados regresando a Londres el 24 de dicho mes.
La estadía en México duró solamente 37 horas tiempo suficiente para llevar a los magnates a visitar, entre otras zonas turísticas, las pirámides de Teotihuacán, el Centro Histórico, y por supuesto el Museo de Antropología e Historia. Cada pasajero desembolsó para este viaje 14 mil libras esterlinas que para entonces eran aproximadamente 2.1 millones de peso.
El 27 de marzo de 1993 regreso al país con una estrategia para hacerle competencia a los aviones Boeing 747 que tenían una capacidad para 400 pasajeros.