El 11 de julio de 1991, México fue testigo de un espectáculo celestial único: un eclipse solar total . Este fenómeno astronómico capturó la atención de millones de personas en todo el país. Aunque en nuestro país se han visto otros eclipses en años más recientes, el de 1991 fue el último total de sol.
¿Cómo fue el eclipse solar de 1991 en México, el último total de Sol?
¿Qué pasó en el eclipse de 1991?
El eclipse solar de 1991 comenzó en la costa oeste de México, específicamente en Baja California, y se desplazó hacia el noreste, cruzando estados como Sonora, Chihuahua, Coahuila, Nuevo León, Tamaulipas y Veracruz. Durante varios minutos, la luna bloqueó completamente la luz del sol, sumiendo a ciudades enteras en la oscuridad durante el día.
Los observadores presenciaron cómo el cielo se oscurecía gradualmente, mientras que las estrellas y planetas se volvían visibles en plena luz del día. La temperatura descendió notablemente, y algunos animales reaccionaron ante el repentino cambio de luz.
El eclipse de 1994
El eclipse de 1994 representó un evento astronómico importante en la memoria reciente de México y otras partes de Norteamérica. El 10 de mayo, la luna se interpuso parcialmente entre la Tierra y el sol, creando un espectáculo celestial caracterizado por la formación de un "anillo de fuego". Este fenómeno, conocido como eclipse solar anular y que es diferente al eclipse total de sol, cautivó a observadores tanto en Estados Unidos como en México, extendiendo su influencia hasta una porción de Canadá.
En México, regiones como Baja California Sur, Baja California, Sonora y Chihuahua fueron privilegiadas con la oportunidad de presenciar este fenómeno astronómico. Los cielos se vieron adornados por la presencia del anillo de luz, mientras que en Canadá, estados como Ontario, Nueva Escocia y Quebec también fueron testigos de este último eclipse solar anular.
¿Cuándo fue el último eclipse de Sol en México?
El último eclipse de Sol en México ocurrió el sábado 14 de octubre de 2023, cuando la Luna se interpuso entre el Sol y la Tierra, creando de nuevo un eclipse anular. Este fenómeno fue visible en una franja de 200 kilómetros de ancho que recorrió el continente americano, incluyendo a México, Centroamérica, Colombia y Brasil.
El 'anillo de fuego' fue observable en la península de Yucatán, específicamente en el sur de Quintana Roo, el sur de Yucatán y el norte de Campeche. Entre los sitios destacados para observar la anularidad estuvieron la ciudad de Campeche y Champotón, los puertos de Celestún y Sisal, la zona arqueológica de Uxmal, así como Chetumal y Bacalar.
En otras partes del país, el fenómeno fue percibido como un eclipse parcial de Sol, oscureciendo entre un 80% y un 53% de la luz solar, dependiendo de la ubicación del observador en relación con la trayectoria del eclipse. Por ejemplo, en Ciudad de México, la Luna cubrió el 70% del disco solar, mientras que en Monterrey, más cercano a la franja de anularidad, la oscuridad solar alcanzó el 83%.