Niebla mental por COVID
A pesar de que una prueba que se publicó en abril pasado arrojó que no hay una cantidad desbordantes del virus del SARS-CoV-2 en el cerebro, sí está accediendo al cerebro atravesando la mucosa olfativa, el revestimiento de la cavidad nasal que bordea el cerebro. El virus a menudo se encuentra en la cavidad nasal, una de las razones por las que los trabajadores de la salud realiza pruebas de detección a través de una muestra de la nariz.
David Attwell, neurocientífico del University College London, y sus colegas publicaron una preimpresión que muestra evidencia de que el Sars-CoV-2 puede afectar el comportamiento de los pericitos.
Los investigadores observaron que, en cortes de cerebro de hámster, el Sars-CoV-2 bloquea el funcionamiento de los receptores en los pericitos, lo que hace que los capilares del tejido se contraigan. “Resulta que este es un gran efecto”, afirmó Attwell en el estudio publicado en abril pasado.
Es un estudio "realmente genial", aseguró dice Spudich.
“Podría ser algo que esté determinando algunas de las lesiones permanentes que vemos, algunos de estos accidentes cerebrovasculares de vasos pequeños”, explicó el especialista.
¿Es tratable? ¿Cómo evitarla?
Actualmente, se están analizando los efectos de medicamentos prescritos para tratar la presión aretrial, como el losartán, que podrían ser útiles e implica la restricción de los vasos sanguíneos, y que su funcionamiento sería útil en algunos casos de coronavirus.