Los topillos de la pradera tienen solo una pareja durante su vida
La investigación se basó en el comportamiento de los topillos de la pradera (Microtus ochrogaster), unos pequeños roedores que llevan despertando la curiosidad de los científicos desde hace 40 años, debido a los comportamientos monógamos que presentan: mantienen una misma pareja durante toda su vida.
Los investigadores inhibieron la presencia de oxitocina de sus cerebros, sin embargo esto no impactó, pues los resultados revelaron que los vínculos con su pareja y con el resto de la comunidad no sufrían cambios.
Estos resultados pusieron en duda el papel de la “hormona del amor”, a la cual se le atribuye de ser la única responsable de la creación de vínculos sociales y sentimientos amorosos en las diferentes especies, entre ellos, la humana.
Los especialistas decidieron analizar el comportamiento de “enamoramiento” o el papel que juega la oxitocina en esta especie de roedores que se distribuyen por toda Norteamérica y que destacan por mantener un fuerte vínculo con su pareja y mantenerla de por vida. De hecho, la relación es tan fuerte, que si un individuo de la pareja fallece, el otro no adquiere nunca una nueva pareja.
También se caracterizan porque existe un cuidador biparental con sus crías, es decir, tanto el macho como la hembra se responsabilizan de igual manera del cuidado y protección. Los grupos familiares de hembra, macho y cría, son los que forman las comunidades de topillos en la naturaleza, sumándose a ellos ocasionalmente algunos familiares no activos reproductivamente.