Gestión, el reto que enfrentará Donald Trump en la Casa Blanca
Gestionar un gobierno no es lo mismo que administrar una empresa y el magnate de los bienes raíces Donald Trump -que este martes se convirtió en el próximo presidente de los Estados Unidos- deberá modificar su estilo, coinciden analistas.
“Lo que tiene Trump es que piensa que los electores son sus empleados, entonces les habla como tal. Pretende gobernar como si fuera una más de sus empresas y el gobierno es totalmente diferente”, dice el estratega en comunicación política y director de la consultora Plan E, Fernando Mejorado.
El empresario y ex estrella de televisión, quien hasta ahora nunca había competido por un cargo público, superó los 270 escaños necesarios en el Colegio Electoral para ser designado como el mandatario número 45 del país vecino.
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Las propuestas que presentó en cuestiones de inmigración, acuerdos comerciales y seguridad nacional, principalmente, son tan solo algunos de los más de 10 rubros en donde deberá evitar tomar decisiones arriesgadas, sugiere el director de la asesora en comunicación política SPIN, Luis Estrada.
“Él ha perdido mucho dinero de la misma forma que pudo haber ganado, pero esa pérdida se da por decisiones que él toma en apuestas muy arriesgadas. Así ha construido sus negocios y en la política la clave está en la sensibilidad”, señala Estrada y añade que esta es una cualidad que la demócrata Hillary Clinton sí dominaba, en parte por su trayectoria de 30 años en cargos públicos.
Además, dice, Clinton entendía a los sectores más vulnerables por su origen humilde. Donald Trump, por su parte, heredó la fortuna de su padr e, que en 1970 se valuó en 200 millones de dólares (mdd) y desde entonces se convirtió en un emprendedor en serie, de acuerdo con el libro The Truth About Trump, del autor Michael D'Antonio.
“En sus empresas dice que va a construir un edificio y no hay nadie que le diga que no, porque es su dinero. Pero acá estará jugando con miles de intereses, con agendas diferentes”, agrega Mejorado, quien es consultor de la Unión Europea desde 2011.
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“El punto es que cuando tú estas en la política, hay muchos factores que tienes que tomar en cuenta porque las decisiones por definición, benefician a unos y afectan a otros y más en la política”, agrega Estrada, también académico del ITAM.
Y entonces ¿cómo debe gobernar?
Los expertos aseguran que delegar y amenizar el discurso serán la clave, sobre todo si aspira a la reelección en 2020.
Estrada cree que desde que Trump amarró la candidatura oficial en junio, durante la convención republicana, hubo una especie de acuerdo no escrito en el que el empresario solo cumple con ganar y una vez hecho esto, el siguiente paso será delegar.
“Me parece que lo que va a hacer es endosarle al partido republicano la responsabilidad y el decir ‘bueno, ya cumplí con ganar, ahora háganse cargo de todo lo demás”, prevé Estrada.
Y para ello, sugiere, los republicanos deberán hacer algo que el Partido Acción Nacional (PAN) en México no hizo con el ex presidente de México, Vicente Fox: controlar el ‘back office’. “Ellos (los republicanos) han tenido muchas veces más el poder, el PAN lo tuvo por primera vez y no supo qué hacer, pero aquí cuidarán mucho más ese aspecto”.
Fernando Mejorado asegura que las presiones harán que apacigüe su discurso, algo que ya se vio en la recta final de su campaña cuando cambió la tónica del pago del muro en la frontera sur.
“Decía, ‘Bueno, lo va a pagar Estados Unidos, pero se lo vamos a endosar al gobierno mexicano’. Como que ya empezaba a decir ‘Ah, caray, no todo es como le hice en mis empresas”, afirma.
Estrada indica que, más allá de tener al Congreso a su favor, Trump deberá rodearse de quienes estuvieron en sintonía con sus posturas durante la campaña electoral, como el ex presidente de la Cámara de Representantes, Newt Gringich y el gobernador de Nueva Jersey, Chris Christie. Esto, porque nunca tuvo el respaldo y presencia de figuras republicanas destacadas como la familia Bush, la mayoría de sus rivales republicanos en las elecciones primarias, ex candidatos presidenciales como John McCain y Mitt Romney.
El presidente del Instituto Mexicano de Comunicación Politica, Javier Sánchez, coincide en que Trump tendrá que delegar. “Tiene la capacidad de gerenciar lo que haga, por lo que puede generar concensos y, al final, quizá, tomar la última palabra. Yo vi eso con Fox, no cambió y fue como era en campaña hasta su último día en Los Pinos”, dice Sánchez.
Sin embargo, estas fortalezas de Trump pueden ser su misma debilidad. “Los debates lo demostraron. Él no está ni preparado ni interesado en prepararse para ser presidente de los Estados Unidos. Simplemente quiere ganar y demostrar que se metió con las esferas más altas de la política estadounidense y logró vencerlas”, finaliza Estrada.