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Es la hora de Japón y Europa

Los inversionistas están cada vez más interesados en los mercados de estas regiones.
vie 14 abril 2017 07:05 AM
Atractivos
Atractivos El mercado accionario de Europa y Japón está en la mira de los inversionistas. (Foto: Junko Kimura, Sean Gallup, Spencer Platt/ Getty Images, Eldad Carin/ Istock, Toru Hanai/ Reuters/ Foto Arte: Israel G. Vargas)

Súper Mario es un ejemplo del impacto que puede tener una moneda débil para una empresa . Nintendo, la compañía japonesa detrás del popular juego del plomero, elevó en 80% su estimación de ganancias para el año fiscal que termina en marzo de 2017, al tomar en cuenta un yen más debilitado frente al dólar.

El yen perdió terreno a finales del año pasado, tras la victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales, y tocó un mínimo de 118.18 unidades por dólar el 15 de diciembre. Una moneda más débil representa buenas noticias para empresas exportadoras, como Nintendo, porque hace sus productos más competitivos en la arena global. Ésa es también una de las razones por las que aumentaron las inversiones en el Exchange TradedFunds (ETFs), que replica el índice de acciones japonesas MSCI.

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De enero a agosto de 2016, salieron aproximadamente 12,000 millones de dólares (mdd) de esos instrumentos, a medida que los inversionistas utilizaban el yen como un activo de refugio ante la turbulencia en los mercados. Eso impulsó su valor frente al dólar y golpeaba las perspectivas para las empresas y sus acciones.

Sin embargo, hacia el final del año, entraron 2,500 mdd, y, en enero de 2017, otros 10,700. Esas cifras sólo fueron superadas por los más de 19,000 mdd que llegaron a los mercados estadounidenses de renta variable.

Aparte del yen, los estímulos del Banco de Japón para sacar a la economía del estancamiento y la deflación, junto con los planes de un mayor gasto fiscal del gobierno de Shinzo Abe, dan optimismo a los inversionistas .

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“Japón había sufrido, históricamente, de un entorno de bajo crecimiento y deflación (la persistente caída de los precios en una economía)”, dice Víctor Piña, director de la estrategia de inversión de Banca Patrimonial y Privada de BBVA Bancomer.

“Por eso, mayor crecimiento con inflación es música para los oídos de Japón, y lo incluimos en nuestra oferta de fondos”, agrega Piña.

La apuesta por Europa

La historia con el euro es similar a la del yen. La moneda cayó hasta 1.03 unidades por dólar en diciembre del año pasado, y una divisa más debilitada impulsa, de manera considerable, a las economías de la eurozona, que tienen vocación exportadora, como Alemania.

Eso se reflejó en el flujo de recursos que los inversionistas inyectaron en las acciones del bloque monetario.

Hasta octubre de 2016 hubo salidas de 42,000 mdd de los ETFs de la región, pero, justo en noviembre, la tendencia cambió. De ese mes al cierre de enero, entraron 6,800 mdd.

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“La cifra nos está diciendo que, efectivamente, los inversionistas alrededor del mundo están volteando a ver de nuevo a Europa y hay interés en ese sentido”, dice Gerardo Orendain, director del segmento Wealth de BlackRock México, quien ve interés en los sectores de banca, alimentos y empresas exportadoras.

Al efecto de un euro más debilitado se suma un impulso de algunos indicadores adelantados, que mostraron que, al cierre de 2016, la economía del bloque se expandió a su ritmo más fuerte en cinco años, con un crecimiento de 1.7%, según cifras del Fondo Monetario Internacional.

Ese dato da algo de alivio al Banco Central Europeo, que ha batallado, durante años, para sacar al bloque del estancamiento económico.

Al mismo tiempo, la eurozona podría beneficiarse de un mayor crecimiento esperado en Estados Unidos, país al que envía 15% de sus exportaciones, equivalentes a 3% de su producto interno bruto.

“El estímulo para la economía vía un mayor crecimiento de las exportaciones puede tener efectos positivos en la demanda doméstica”, dicen los analistas de Wells Fargo en una nota a sus clientes.

El empleo en la zona del euro aumentó más de 1% al tercer trimestre del año pasado. De mantenerse sólido, puede fortalecer el gasto al estar relacionado con el ingreso disponible de las familias, coinciden los expertos.

Riesgos latentes

A pesar del optimismo, los especialistas advierten de posibles eventos que pueden descarrilar el interés por Japón y por Europa.

En el primer caso, la posibilidad de que los programas de estímulo monetario y fiscal que implementan las autoridades no obtengan los resultados deseados puede borrar la sonrisa de los inversionistas.

A esto se suma la posibilidad de que el yen vuelva a apreciarse, lo que pondrá presión sobre los ingresos de las empresas japonesas exportadoras, como Nintendo.

Para la eurozona, uno de los mayores riesgos es un hardbrexit. Esto es, que en el proceso de su salida de la Unión Europea , el Reino Unido pierda el acceso al mercado único.

También pesa la posibilidad de que en las elecciones en Francia y en Alemania ganen los candidatos con ideas de salirse, en un momento, del bloque europeo, como sucedió en Reino Unido.

Nota: este artículo fue publicado originalmente en la edición 1208 de la revista Expansión

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