El brexit será una realidad (por lo menos) en 2022

Gran Bretaña tratará de facilitar su salida de la Unión Europea con el fin de evitar graves daños a su economía.

El jefe del Tesoro, Philip Hammond, dijo recientemente que Gran Bretaña espera negociar un “periodo de transición” de hasta tres años después de abandonar la Unión Europea, en marzo de 2019, durante el cual se mantendrían los actuales términos de comercio.

“Habrá un periodo durante el cual avanzaremos gradualmente desde donde estamos ahora hasta nuestra nueva relación a largo plazo con la Unión Europea”, dijo Hammond a la BBC.

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Hammond dijo que el periodo de transición, el cual debería terminar antes de las próximas elecciones generales de 2022, es necesario para proteger a la economía británica de la conmoción que traería una ruptura completa con la UE.

“El trabajo del gobierno es asegurarse de que nuestra economía pueda seguir funcionando normalmente... para proteger empleos, para proteger la prosperidad británica”, dijo.

Gran Bretaña notificó formalmente a la UE su intención de abandonar en marzo , comenzando el contrarreloj de dos años de negociaciones. Un periodo de transición posterior a eso significa que el proceso completo del brexit podría tomar cinco años.

El plan esbozado por Hammond refleja un cambio importante en el pensamiento del gobierno desde que la primera ministra Theresa May perdió su mayoría parlamentaria en una elección en junio.

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May estaba abogando por una ruptura completa con la UE desde marzo de 2019, e incluso había amenazado con abandonar las conversaciones de salida bajo el mantra de que “una falta de acuerdo es mejor que un acuerdo malo”.

Pero el gobierno ha moderado su posición desde el sorprendente fracaso electoral. Las empresas han estado presionando duro para lograr un acuerdo que les dé tiempo para acostumbrarse a la nueva relación con el mayor mercado de exportación de Gran Bretaña.

Hammond dijo el viernes que si la UE está de acuerdo con el periodo de transición, muy poco podría cambiar en el tiempo posterior al brexit.

“Espero que aceptemos una transición que signifique que en el periodo inmediato posterior a la salida de la Unión Europea, las mercancías sigan fluyendo a través de la frontera entre el Reino Unido y la UE de la misma manera en que ahora”, dijo Hammond.

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Además del acceso a la gigantesca zona de libre comercio de Europa, las empresas también quieren garantías sobre su capacidad para contratar a ciudadanos de la UE después de marzo de 2019. Ellos tienen un papel vital en toda la economía, desde las firmas tecnológicas hasta los bancos, los servicios de salud, las granjas y la industria hotelera.

Las fronteras no se cerrarán de golpe

Los miembros del gobierno de May han hecho pronunciamientos contradictorios sobre la política de inmigración en días recientes, lo cual se suma a la impresión de confusión en torno a los objetivos de Gran Bretaña sobre las conversaciones del brexit.

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Hammond dejó claro que es poco probable que a los migrantes de la UE se les prohíba la entrada en la frontera después de marzo de 2019, siempre y cuando se registren al entrar y salir del país. Dijo que había una amplia aceptación dentro del gabinete de que era necesario un periodo de transición.

“Pasará algún tiempo antes de que podamos introducir controles migratorios completos entre Reino Unido y la Unión Europea”, dijo. “Eso no es cuestión de elección política, es una cuestión de hecho”.

El aparente cambio de estrategia coincide con una avalancha de datos que sugieren que la ya debilitada economía de Gran Bretaña podría estar desviándose hacia la recesión.

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Reino Unido registró el crecimiento más lento de cualquier economía europea en los primeros tres meses del año, y la producción se mantuvo débil en el segundo trimestre.

Los británicos están ahorrando la menor porción de sus ingresos en 50 años y los préstamos de tarjetas de crédito están en un nivel récord. Los salarios se están estancando y la confianza del consumidor está colapsando.

¿Podría no haber acuerdo comercial con EU por años?

La amenaza de mayor sufrimiento económico, combinada con la necesidad de lograr un acuerdo rápidamente, hace que el tipo de brexit descrito por Hammond sea la opción más atractiva para la comunidad empresarial.

Sin embargo, el plan deberá ser acordado con la UE, y no podrá lograrse sin concesiones.

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A Reino Unido, por ejemplo, podría impedírsele completar nuevos acuerdos comerciales con Estados Unidos, o con cualquier otro país fuera de la UE, durante el periodo de transición.

“Reconocemos que nos tomará algún tiempo negociar acuerdos comerciales con terceros países”, admitió Hammond. “El punto importante es que podemos iniciar este proceso”.

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