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La falta de educación financiera frena avance en la inclusión del sector

Las entidades financieras no bancarias, la banca móvil y la educación son las claves para incorporar a la formalidad a las personas de bajos ingresos.
mar 21 junio 2016 10:30 AM
Alrededor de 11 millones de personas cambiaron de un sistema de ahorro formal a uno informal
Nuevos productos Alrededor de 11 millones de personas cambiaron de un sistema de ahorro formal a uno informal. (Foto: Martin Dimitrov/Getty Images/iStockphoto)

La falta de educación financiera frena el avance en la inclusión de este sector en México. Guardar el dinero bajo el colchón, las tandas y otros ahorros informales son el instrumento predilecto para el 56% de la población que no tiene una cuenta de nomina, ahorro o pensión. Para resolver este rezago, el presidente Enrique Peña Nieto dará a conocer este martes la Política Nacional de Inclusión Financiera.

Los expertos consultados coincidieron en que, entre las medidas necesarias para mejorar la situación, destacan: impulsar las entidades financieras no bancarias en lugares donde la banca no puede llegar, incentivar el uso de pagos electrónicos, desarrollar la banca móvil e incorporar la educación financiera en la Política Nacional de Inclusión Financiera.

“En educación, como país, nos falta muchísimo porque no ha sido suficiente. La gente sigue siendo desconfiada de acceder a servicios financieros. Llamó mucho la atención que aquellos que, siendo usuarios de la banca, dejaran de serlo en los distintos productos, nos habla precisamente de educación”, comentó en entrevista Leticia Armenta, académica del Tecnológico de Monterrey.

En 2015, unas 11 millones de personas que ya contaban con un producto bancario decidieron pasarse a un sistema informal (una tanda o guardar el dinero en casa), debido a su desconfianza en las instituciones financieras, de acuerdo con la reciente Encuesta de Inclusión Financiera 2015.

“Pareciera haber un retroceso, donde un número importante de personas prefiere manejar efectivo que ir a una institución financiera. Eso debería de ser un semáforo amarillo en tema de educación financiera”, comentó Carlos Serrano, economista en jefe de BBVA Bancomer.

Prácticamente 9 de cada 10 mexicanos prefieren usar el efectivo como medio de pago. ”Una parte de esto, aunque no se refleja en la encuesta, me parece que tiene que ver con la informalidad”, apuntó Serrano. Por ello, agregó, se tiene que reforzar la fiscalización y dar incentivos para el uso de medios de pagos electrónicos.

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La encuesta presentada por el Inegi y la CNBV, que compara 2012 y 2015, registra que el número de cuentas de ahorro pasó de 32% de la población en 2012 a 44% el año pasado. La incorporación a la encuesta de productos de instituciones como las Sociedades Financieras Populares (Sofipo), las Sociedades Financieras de Objeto Múltiple (Sofom) y las cajas de ahorro, a diferencia de 2012, hizo que este porcentaje registrara un avance.

“A la base de la población de menores ingresos no se llegará a través de la banca, sino que se llegará a través de estas instituciones financieras no bancarias reguladas y no reguladas que otorgan servicios de crédito y captación a estos sectores”, dijo Verónica Chao, directora de Instituciones Financieras para México de la calificadora Fitch Ratings.

Para los analistas, estas entidades, que se fortalecieron con la reforma financiera, son las que deben tener mayor peso en la Política Nacional de Inclusión Financiera, junto con las corresponsalías bancarias.

Además, hay otra serie de establecimientos que pueden ayudar a la inclusión financiera. “Hoy no se han explotado en su totalidad, pero es la forma en que se puede llegar a una comunidad alejada, ya que no habrá una sucursal bancaria ni de entidades no bancarias. Entonces, la tienditas, los changarros de la esquina, obviamente bien establecidos en acuerdo con estas instituciones, podrán jugar ese rol en captación y dispersión. Hoy lo vemos con los Oxxo, por ejemplo”, opinó Chao.

Otra de las herramientas que, según los expertos, debe contemplar la Política Nacional de Inclusión Financiera es el uso de la banca móvil en regiones donde no es viable para una institución instalar una sucursal o un cajero.

“Hay cobertura móvil prácticamente en todo el país, y cada vez hay más personas que tienen un móvil. Hay mas de 100 millones de móviles (...). Yo diría que una parte central de inclusión debería de privilegiar el uso de la banca móvil”, dijo Serrano.

Las personas que tienen un servicio de banca móvil pasaron de 1.4 a 3.2 millones en tres años. De las 57 millones de personas de entre 18 y 70 años que tienen un celular (75% del total), poco más de la mitad no tiene una cuenta bancaria, de acuerdo con la Encuesta de Inclusión Financiera.

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