La gasolina prefiere que ‘se la lleve' el tren antes que Pemex
El transporte de gasolina a través del ferrocarril se convierte en una de las alternativas más viables para tener competencia en el transporte y almacenamiento de combustibles al margen de Pemex, y de paso evitar el traslado de estos energéticos por los cada vez más perforados ductos de la petrolera nacional.
Los ferropuertos permiten la recepción, transporte y distribución de combustibles a menores costos que las pipas, algo que incluso Pemex ha empezado a aprovechar.
“Por eso vimos que Pemex recientemente hizo estos temas de importar diésel por ferrocarril a México , porque usas lo que ya está hecho para hacer el transporte”, explica Ixchel Castro, analista de petróleo y refinación de la consultora especializada Wood Mackenzie.
Las estaciones de servicio que usen el tren para abastecerse pueden tener ahorros de hasta el 25% frente al transporte en pipas en la zona del Bajío, donde la red de ductos no cubre algunas áreas por donde la red ferroviaria sí pasa, dice Víctor Figueroa, que lidera la licitación de un proyecto ferroviario para el transporte de combustibles en la firma Energéticos K’eri.
“Los ahorros en logística creemos que van a alcanzar el 25%, porque los trenes unitarios pueden arrastran hasta 100 a 120 carrotanques, y con esa cuota se abarata el costo del transporte, y eso permite mejores economías de escala”, afirma Figueroa.
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Energéticos K’eri abrió una Temporada Abierta —una especie de licitación— para que privados renten capacidad de almacenamiento y transporte de hasta 1 millón de barriles, en un proyecto que conectará vías donde operan las ferroviarias Kansas City Southern Mexico y Ferromex, de Grupo México, en la zona del Bajío.
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“Hemos tenido interés de las principales marcas que conocemos, como Petro7, Oxxo gas, Pemex, grupos gasolineros importantes. También nos ha manifestado interés G500. Actualmente, la Temporada Abierta la estamos llevando en Estados Unidos”, dice el representante de Grupo K’eri.
Además, esta opción por tren resulta más segura que la infraestructura de la petrolera nacional, asediada desde hace años por las tomas clandestinas y ordeñas.
“Hay ductos que se encuentran en el Triángulo Rojo que ya no se usan por el tema de ordeña”, apunta Ixchel Castro.
Pemex tocó un nuevo máximo en las tomas clandestinas en sus ductos en 2016: llegaron a las 6,873 durante el año pasado, un incremento del 9.8% frente a las detectadas durante 2015, según cifras de la petrolera.
