Las lecciones que puedes aprender de la crisis de Uber
Uber reveló recomendaciones después de una larga investigación sobre su cultura corporativa. Al mismo tiempo, el CEO Travis Kalanick se hizo a un lado indefinidamente para llevar un duelo por su madre y trabajar en mejorar el liderazgo de Uber.
Los anuncios terminaron con casi seis meses de escándalos y crisis de relaciones públicas. El tamboreo constante de las historias ha transformado a Uber de un ejemplo de la industria a una historia de precaución para las startups que intentan crecer a toda costa, a la vez que se rehúsan en madurar.
Algunas de las imperfecciones de Uber son demasiado comunes entre las empresas de Silicon Valley: un fundador con demasiado control, poca diversidad entre el personal y acusaciones de sexismo . La última de ellas se volvió 'dolorosamente' aparente cuando un miembro de la junta renunció después de hacer una broma sexista en una reunión de la compañía .
Lee: El jefe de Uber Technologies dimite al consejo tras comentarios sexistas .
Otros errores comunes de Uber señalan los riesgos únicos a los que se enfrenta una nueva generación de startups.
En años recientes, un número creciente de empresas de tecnología han recaudado sumas sin precedente de capital privado a valuaciones altas. Muchas, incluyendo a Uber, han usado ese dinero para evitar convertirse en empresas públicas.
Lee: OPINIÓN: Lo que el escándalo de Uber dice sobre nosotros .
Si bien esto blinda a las startups del escrutinio de Wall Street, viene con desventajas. Hacerse público forza a las empresas a imponer más “disciplina y comportamiento maduro”, de acuerdo con Lise Buyer, experta en OPI con Class V Group y que ayudó a hacer de Google una empresa pública.
"Con frecuencia, pero no siempre, esa ética ‘ordena y vuela derecho’ permea a todos los elementos del negocio y la cultura a la vez que las empresas exitosas hacen su metamorfosis de startups del lejano oeste a empresas florecientes”, dijo Buyer a CNN Tech.
Lee: Uber será uno de los casos más exitosos o el mayor fracaso del emprendimiento .
Sin una OPI a la vista, Uber fue capaz de retrasar ciertas contrataciones básicas de liderazgo al igual que la disciplina financiera y de recursos humanos que ese esperaría encontrar en una empresa pública del mismo tamaño.
Uber no contrató a su primer jefe de recursos humanos hasta 2014, poco antes estaba valorada en 18,000 millones de dólares. El año pasado Uber perdió 2,800 millones de dólares, y aún no cuenta con un director financiero. De hecho, a medida que se desenvuelve la crisis, Uber opera sin un director de operaciones (COO), director de marketing (CMO), presidente y, al menos temporalmente, director ejecutivo (CEO).
La empresa ahora está tratando de llenar esas posiciones al mismo tiempo que añade miembros a su junta. Mucho de eso podría haber sucedido antes si Uber hubiera considerado convertirse en una empresa pública.
Lee: Lyft saca provecho de la crisis que atraviesa Uber.
"El problema”, dijo Buyer, “es que mientras más grande es la compañía, y más tiempo ha operado con libertad, es exponencialmente más difícil cambiar esos hábitos y cultura”.
En Uber, la cultura era agresiva y de confrontación. Los principios como ‘Siempre empuja’ y ‘Pisa pies’ se encuentran entre los 14 “valores culturales” de la compañía.
Esos valores no fueron accidentales. Uber buscó volcar el mercado regulado. Decidió eludir lo que vio como reglas anticuadas y jugó bajo sus propias reglas.
Lee: Uber tiene que arreglar la casa para salir triunfante.
Ha sido acusado de generar una herramienta para impulsar a los conductores a evadir a los reguladores y se enfrenta a una batalla legal sobre las acusaciones de que uno de sus ejecutivos robó la tecnología de vehículos autónomos de Waymo, propiedad de Google. El CEO de Uber inclusive ha admitido menoscabar los esfuerzos de recaudación de fondos de su principal rival.
Uber es “una advertencia de que llevar el concepto de ‘desobedecer las normas’ hasta su extremo lógico no tendrá grandes consecuencias siempre”, dice Ethan Kurzweil, socio de Bessemer Venture Partners. "Ninguna empresa tiene el derecho de romper con las reglas normales de comportamiento humano aceptable indefinidamente”.
Uber no es la primera startup en recibir su merecido por este comportamiento. Zenefits, software de RH, alguna vez valuada en 4,500 millones de dólares fue volcada por los cargos de que sus agentes de seguros actuaban sin las licencias adecuadas y tenían un comportamiento inadecuado en la oficina.
Pero Uber no es una startup más. Es el rey de los unicornios. Fue venerada por tener la mayor valuación privada de cualquier startup y una ambición aparentemente ilimitada de reformar la industria del transporte. Innumerables startups se subieron al tren y se presentaron como “Uber, pero para X”.
Lee: El 'uber' de los seguros se sube a la ola digital para crecer .
Ahora podría ser: lo que no se debe hacer, como Uber.