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Los diputados brasileños abren el proceso para la destitución de Dilma

Ahora será el turno del Senado que tendrá la votación final sobre un posible juicio político contra la presidenta acusada de manipulación de cuentas presupuestarias.
dom 17 abril 2016 09:13 PM
Los diputados fueron llamados a indicar su voto por un micrófono y a explicar su decisión sobre la presidente en apenas 10 segundos.
El juicio contra Dilma avanza Los diputados fueron llamados a indicar su voto por un micrófono y a explicar su decisión sobre la presidenta en apenas 10 segundos. (Foto: EVARISTO SA/AFP)

La Cámara baja del Congreso de Brasil votó a favor por el impeachment de la presidenta Dilma Rousseff para enfrentar un juicio para su impugnación por cargos de manipulación de cuentas presupuestarias.

El Sí al impeachment recogió los 342 votos necesarios (dos tercios del total) para aprobar la moción de destitución. En total, 367 legisladores votaron a favor, mientras que el No obtuvo 137. Otros siete diputados se abstuvieron y dos se ausentaron.

Ahora, el proceso por esa mayoría calificada de dos tercios de los escaños remitirá el trámite al Senado, que tendrá la última palabra sobre la apertura de un juicio político.

Si la Cámara alta valida la moción de destitución, Dilma Rousseff será apartada de la presidencia con una licencia de 180 días, para que se lleven a cabo las investigaciones pertinentes. El vicepresidente Michel Temer asumirá entonces la primera magistratura del país.

Rousseff luchará contra el juicio político

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Dilma Rousseff, dijo este lunes que está siendo impugnada de forma injusta, porque no ha cometido un crimen que merezca un juicio político, y prometió que luchará hasta el final para permanecer en su puesto, informó la agencia Reuters.

La mandataria afirmó que no se considera la opción de convocar nuevas elecciones presidenciales.

La toma de decisión

El líder de la bancada oficialista en la Cámara de Diputados de Brasil, José Guimaraes, admitió este domingo la victoria de los partidarios del impeachment.

"Los golpistas vencieron aquí en la Cámara", pero "esta derrota provisoria no significa que terminó la guerra", dijo a periodistas Guimaraes, cuando los partidarios de la destitución de la presidenta llevaban una ventaja de más de 200 votos, citó la agencia AFP.

Los diputados fueron llamados a indicar su voto por un micrófono y a explicar su decisión en apenas 10 segundos, alternando los estados del norte y del sur, según una disposición del presidente de la Cámara, Eduardo Cunha, un acérrimo adversario de Rousseff.

Cada uno de los más de 500 diputados tuvo diez segundos para emitir su voto, muchos de ellos lo hicieron dedicándolo a sus familias.
Cada uno de los más de 500 diputados tuvo diez segundos para emitir su voto, muchos de ellos lo hicieron dedicándolo a sus familias.

Muchos de los legisladores usaron frases y palabras como golpe de estado, hipocresía, corrupción, canallas y pandilla de bandidos, en esos 10 segundos que precedieron su votación nominal. Varios votaron a grito abierto, de forma vehemente, explosiva.

Como colofón a su pronunciamiento de voto, al menos dos diputados exclamaron: "Chao, querida", en referencia a la manera en la que el expresidente Luiz Inacio Lula da Silva se despidió de Rousseff, en una llamada telefónica que fue grabada y difundida.

Dilma había telefoneado a Lula para avisarle que le estaba enviando un emisario con un documento para usarlo en caso necesario. Se trataría del nombramiento del exmandatario como ministro de la Casa Civil, una designación que se produjo tras la retención e interrogatorio que las autoridades hicieron a Lula, en una investigación por corrupción.

Recomendamos: Un juez anula la orden que suspendía el nombramiento de Lula

La protección ofrecida a Lula irritó aun más a los opositores de Rousseff, en el Congreso y en las calles de Brasil.

Rousseff, del Partido de los Trabajadores (PT), es acusada de haber manipulado las cuentas públicas para ocultar la amplitud de los déficits en 2014, el año de su reelección, y a inicios de 2015. La mandataria niega esas acusaciones, y las atribuye a una conspiración orquestada por Cunha y por su vicepresidente Michel Temer.

Ese escenario mostraría la puerta de salida al "lulismo", del expresidente Luiz Inacio Lula da Silva (2003-2010), figura emblemática del hoy maltrecho ciclo de gobiernos de izquierda en la región.

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