Vitamina B ayuda a combatir los efectos de la contaminación
La vitamina B podría ayudar a mitigar los efectos de la más peligrosa clase de contaminación atmosférica, asegura un nuevo estudio publicado el lunes.
En el primer estudio en su tipo, un equipo de investigadores internacionales examinó el daño causado por uno de los contaminantes que tiene el mayor impacto en la salud: las partículas en suspensión PM2.5.
El equipo descubrió que algo tan simple como un suplemento diario de vitamina B podría reducir potencialmente el impacto de las diminutas partículas en el cuerpo humano, aunque subrayaron que la investigación estaba en sus primeras etapas y que el tamaño de la muestra era pequeño.
Las partículas en suspensión, conocidas también como materia particulada o PM por sus siglas en inglés, son un tipo de contaminante del aire consistente en pequeñas partículas de diferentes tamaños -desde pequeños grupos moleculares a polvo o polen que podemos ver. Las PM2.5 tienen un diámetro de menos de 2.5 micras, aproximadamente 30 veces más pequeñas que un cabello humano.
"Estas partículas son tan pequeñas que pueden entrar en nuestro sistema respiratorio. Pueden meterse hasta los pulmones", dijo a CNN Chak K. Chan, profesor de ambiente atmosférico en la Escuela de Energía y Medio Ambiente de la Universidad de la ciudad de Hong Kong.
Una vez que las partículas son inhaladas pueden provocar inflamación pulmonar y sistémica y estrés, dicen los expertos. Y los científicos sospechan que la exposición a PM2.5 puede causar cambios "epigenéticos" en nuestras células, esto es, alteraciones o mutaciones que pueden dañar nuestra salud.
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Según la Organización Mundial de la Salud, el 92% de la población mundial vive en lugares donde el nivel de PM2.5 supera el umbral recomendado.
Sin embargo, no se entiende exactamente cómo estas partículas afectan la salud de la gente, dijo en un comunicado Andrea Baccarelli, presidente de Ciencias de la Salud Ambiental de la Escuela Mailman de Salud Pública de la Universidad de Columbia, y uno de los autores del estudio.
"La falta de opciones preventivas a nivel individual añade complejidad para abordar este importante desafío de salud pública", dijo.
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El estudio también involucró a investigadores de la Escuela de Salud Pública T.H. Chan de Harvard.
Vitaminas contra el smog
Para este estudio, publicado en la revista científica PNAS, 10 voluntarios fueron inicialmente expuestos a aire limpio y se les administró un placebo para comprobar sus respuestas de referencia.
El grupo luego tomó otro placebo durante cuatro semanas antes de ser expuesto a aire fuertemente contaminado del centro de Toronto, donde se estima que 1,000 vehículos pasan cada hora.
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El experimento se repitió, pero esta vez cada voluntario tomó un suplemento de vitamina B diariamente - compuesto de 2.5 mg de ácido fólico, 50 mg de vitamina B6 y 1 mg de vitamina B12.
La vitamina B6 puede encontrarse en el hígado, el pollo y las nueces, entre otros, y la B12 en pescado, carne, huevos, leche y algunos cereales.
Los investigadores descubrieron que cuatro semanas de suplementos de vitamina B reducían el daño de la exposición a las PM2.5 en un 28 a76%.
Los resultados ponen de relieve cómo la prevención a nivel individual podría utilizarse para combatir los efectos adversos de las partículas PM2.5, dijeron los investigadores.
"Se necesitan urgentemente más estudios, especialmente en zonas muy contaminadas, para validar nuestros hallazgos y, en última instancia, desarrollar intervenciones preventivas con vitaminas B para contener los efectos de la contaminación atmosférica sobre la salud", señaló Baccarelli.
"Si bien el control y la regulación de las emisiones son medulares para la prevención, desafortunadamente, las altas exposiciones todavía son la regla en muchas megaciudades en el mundo", dijo.
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Los expertos coinciden en que si bien debemos hacer lo que podamos para protegernos de la contaminación, la regulación central sigue siendo clave.
"La regulación va de la mano con la implementación", dijo Chan, agregando que aun cuando la gente debería usar mascarillas, purificadores de aire o cualquier otro método emergente para protegerse, en última instancia, en su opinión, es responsabilidad de los gobiernos proteger la salud de las personas procurando la calidad del aire.
"Muchos de nosotros realmente no tenemos la opción de escoger el tipo de aire que respiramos. El aire es el recurso básico para la vida humana, sobre eso no tenemos ninguna opción".