Era el encargado de vigilar el gasto... y hoy es acusado de desvío de recursos
Durante tres años, Arturo Solano López fue el responsable de vigilar el ejercicio del gasto en Aguascalientes. Pero hoy, cinco meses después de que dejó el cargo, el exauditor es quien está vigilado por las autoridades e incluso enfrenta una acusación formal por el presunto desvío de 15.7 millones de pesos.
La denuncia fue presentada por el actual titular del Órgano Superior de Fiscalización del Estado de Aguascalientes (OSFAGS), Sergio Escalante Jiménez, quien este lunes acudió ante la Fiscalía General de la entidad.
El documento acusa a Solano de ejercicio indebido del servicio público, luego de que en su gestión se detectaron posibles contrataciones irregulares, compras a una supuesta empresa fantasma y pagos a aviadores identificados como personas cercanas al anterior gobierno estatal, que encabezó el priista Carlos Lozano de la Torre (2010-2016).
La denuncia llega hasta la fiscalía una semana después de que la Comisión de Vigilancia del Congreso local diera a conocer los resultados de una auditoría externa, que el despacho Candelas Sucesores hizo al gasto del OSFAGS en 2016.
El presidente de dicha comisión, Jaime González de León, del PAN, dijo a medios que la presentación del recurso acalla los sospechas en el sentido de que Escalante protegía de alguna forma a Solano.
“Que él presente la denuncia contra Solano deja de lado todas estas suspicacias”, señaló el legislador, quien sostiene que las críticas a la gestión de Solano —que empezaron a cobrar fuerza a finales del año pasado— no parten de motivos personales.
Solano dirigió el OSFAGS entre febrero de 2013 y diciembre 2016, cuando renunció al cargo. Aunque ha sido buscado por Expansión en repetidas ocasiones, no ha sido localizado para hablar de los señalamientos que pesan en su contra.
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Adjudicaciones y gastos excesivos
Algunas irregularidades detectadas por la auditoría externa son la compra de un software —con un valor de 4.7 millones de pesos— a una supuesta empresa fantasma y por adjudicación directa, la presunta contratación de familiares, depósitos anómalos a capacitadores y gastos excesivos en viáticos y restaurantes de lujo.
Sobre este último punto, se atribuye a Solano haber gastado más de 12,000 pesos en un restaurante del World Trade Center de la Ciudad de México, así como facturar al menos 72,000 en consumos en otro establecimiento lujoso en Aguascalientes.
No obstante, algunos legisladores cuestionan la revisión de Candelas Sucesores y creen que debía haber abarcado más años, no sólo 2016.
“La propia auditoría trae muchas deficiencias. Incluso, no estaría mal que también se auditara no solamente el 2016, sino años anteriores, para traer un mapeo completo, un esquema completo de qué realmente pasó en la administración del Órgano Superior de Fiscalización”, dijo la diputada Citlalli Rodríguez, vicecoordinadora del PRI en el Congreso local.
Además, la legisladora consideró que hasta ahora no hay pruebas contundentes de que hayan ocurrido desvíos de recursos, aunque sostuvo que si este delito se prueba, las autoridades deben actuar contra los responsables.
“Como he venido insistiendo: el que la hizo que la pague”, señaló.
Cuestionado al respecto, el diputado González de León aseguró que la Comisión de Vigilancia está abierta a auditar otros años.
“Lo que acordamos fue esperarnos un poco, ver cómo avanza el tema del 2016 para posteriormente iniciar la auditoría del 2015 y, si es necesario, del 2014”, dijo el panista, cuyo partido actualmente es la primera fuerza en el Congreso local.
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