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OPINIÓN: Ivanka, cómplice del uso que Trump hace de la intolerancia y el sexismo

El programa usa la comedia para hablar de algo de lo que se tiene que hablar urgentemente, que Ivanka es cómplice del uso que su padre hace de la intolerancia y el sexismo para lograr sus objetivos.
lun 13 marzo 2017 12:27 PM

Nota del editor: Dean Obeidallah fue abogado; conduce el programa The Dean Obeidallah Show, que se transmite diariamente por la estación estadounidense SiriusXM, además de que es columnista del sitio The Daily Beast. Síguelo en Twitter como @deanofcomedy . Las opiniones en esta columna pertenecen exclusivamente al autor.

(CNN) — El programa de televisión estadounidense Saturday Night Live (SNL) devastó a Donald Trump cuando era candidato y también ahora que es presidente. Los dardos cómicos que el programa ha lanzado a Trump han sido tan acertados que en octubre de 2016, Trump sorprendió a todos al exigir que se cancelara el icónico programa.

Apenas en enero, una semana antes de que rindiera protesta como el 45º presidente de Estados Unidos, Trump atacó a SNL en Twitter porque hicieron una sátira comiquísima sobre él. Trump dijo que el programa era "el peor de la NBC. No es gracioso, el elenco es pésimo, siempre son puros ataques. ¡Televisión mala de verdad!".

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Sin embargo, en la emisión de SNL de esta semana se transmitió el que posiblemente sea el sketch más crítico contra Trump, pero esta vez no se trató de Donald, sino que se centró en su hija, Ivanka. En este número realmente se señala algo que los principales medios de comunicación callan, es decir, que Ivanka es cómplice del uso que su padre hace del racismo, el sexismo y la intolerancia para ganar y para extender su estancia en la Casa Blanca.

En el programa se usó inteligentemente una parodia de un comercial de un perfume de diseñador para dar a entender este punto. Empieza con Ivanka, protagonizada por Scarlett Johansson, entrando a un salón lleno de gente ataviada con esmóquines y vestidos de noche. Una voz superpuesta dice: "Todos los hombres saben su nombre. Todas las mujeres la conocen".

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Los invitados a la fiesta dejan de hacer lo que estaban haciendo y la miran mientras la voz continúa: "Cuando entra, todos la miran. Ella es Ivanka".

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El comercial continúa con tomas glamorosas de Ivanka y luego llega el primer dardo cómico: "Es hermosa. Es poderosa. Es… cómplice". Luego, se escucha: "Es una mujer que sabe lo que quiere. Y sabe lo que hace. Cómplice".

Lo que da tanta fuerza a esta parodia es que no es excesiva. También hay momentos juguetones, por ejemplo cuando vemos un grupo de mujeres bien vestidas viendo a Ivanka, quienes susurran entre sí: "Apuesto a que cuando ve Titanic, ella cree que es Rose". Luego agregan: "lo sentimos, chica, pero eres Billy Zane". (Hay que recordar que Zane hizo el papel del villano en Titanic… aparte del iceberg).

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Pero luego, SNL regresa para tirar a matar cuando denuncia la complicidad de Ivanka en la mala conducta de su padre. Vemos a Ivanka mientras la voz superpuesta prosigue: "Feminista, defensora, campeona de las mujeres. ¿Pero cómo? Es leal. Devota. Pero probablemente debió haberse retirado después del asunto del video de Access Hollywood".

Cierto es que Ivanka se ha dado a conocer por promover cuestiones feministas y porque recientemente respaldó un plan de 500,000 millones de dólares para guarderías , pero SNL no se lo cree. No se libra por decir unas cuantas cosas buenas.

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Luego llega la que probablemente sea la mejor parte del número. Mientras Ivanka se pone lápiz labial frente al espejo, escuchamos: "Ella no busca los reflectores, pero la vemos. Oh, sí que la vemos". Luego, la cámara revela que el reflejo que se ve en el espejo es nada menos que el de Alec Baldwin en el papel de Donald Trump, poniéndose lápiz labial".

El sketch termina: "Cómplice: la fragancia para la mujer que puede detener todo esto… pero no lo hará". Y luego escuchamos el cierre cómico: "También disponible en loción para Jared", haciendo referencia al esposo de Ivanka y uno de los principales asesores de su padre en la Casa Blanca.

Eso, amigos, es un clásico instantáneo de SNL. El programa usa la comedia para hacer reír y para hablar de algo de lo que se tiene que hablar urgentemente, es decir, que Ivanka es cómplice del uso que su padre hace de la intolerancia y el sexismo para lograr sus objetivos.

No vimos que Ivanka, la autoproclamada feminista, dijera una sola palabra cuando su padre llamó "mentirosas" a las mujeres que se animaron a reportar sus supuestas conductas sexuales inapropiadas. Tampoco vimos que Ivanka denunciara públicamente alguno de los comentarios intolerantes de su padre sobre los musulmanes, los mexicanos, el juez Gonzalo Curiel, un reportero con discapacidad o sus mentiras constantes desde que asumió la presidencia.

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Además, se supone que Ivanka es una persona en la que Trump confía mucho. Si alguien puede influir en él, es ella. Pero no hay que denunciar únicamente a Ivanka por ser cómplice. Tenemos que hacer responsables a todas las personas clave de su administración, así como a sus representantes, quienes defienden cada palabra de Trump en los medios. En conjunto permiten que Trump siga esparciendo el odio y las mentiras.

SNL señaló bromeando que Ivanka es la mujer "que puede detener todo esto… pero no lo hará". Eso mismo ocurre con los muchos integrantes del equipo de Trump que siguen defendiéndolo y que nunca han hablado sobre su costumbre de recurrir al diálogo discriminador. Ellos también se merecen su propio frasco de "Cómplice".

Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión

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