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OPINIÓN: Aún es demasiado pronto para hablar de la destitución de Trump

Las pruebas que respalden la destitución deben ser poderosas y contundentes para obtener los votos del partido del presidente.
jue 18 mayo 2017 10:30 AM
Turbulencia en EU
Turbulencia en EU Los actos extraños respecto a Comey, Flynn y los rusos están causando que aumenten las especulaciones sobre una destitución de Trump. (Foto: YURI GRIPAS/REUTERS)

Nota del editor: Paul Callan es analista jurídico de CNN, fue fiscal de homicidios del estado de Nueva York y actualmente es abogado en el despacho neoyorquino Edelman & Edelman PC, dedicado a condenas injustificadas y casos de garantías individuales. Síguelo en Twitter como @paulcallan . Las opiniones expresadas en esta columna son exclusivas de su autor.

(CNN) — Cayó otra bomba noticiosa en el país que ya está cansado de las crisis relacionadas con su presidente, Donald Trump.

La noticia fue un reportaje del New York Times sobre el exdirector del FBI, James Comey, y el memorando que mostró a algunos colegas anónimos, en el que insinúa que Donald Trump le pidió que cancelara la investigación sobre su exasesor de seguridad nacional, Michael Flynn.

Se dice que Comey escribió una nota, poco después de reunirse con Trump, para dejar testimonio de lo que le pareció una conversación extraña con el jefe del Ejecutivo de Estados Unidos.

Según el Times, Comey tomó las siguientes notas después de su conversación con Trump:

Supuestamente, Trump dijo: "Espero que puedas ver que tienes el camino abierto para olvidarte de esto, para dejar ir a Flynn… Es un buen tipo. Espero que puedas olvidarte de esto". Supuestamente, Trump también dijo que Flynn no había hecho nada malo. Comey señaló que lo único que le respondió a Trump fue: "Estoy de acuerdo en que es un buen tipo".

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El reportaje es parte de una avalancha de noticias en gran medida negativas que surgieron por la polémica decisión de despedir a Comey y luego, al día siguiente, por la presunta revelación de información confidencial al embajador de Rusia y a su ministro del Exterior durante su visita al despacho oval.

Los actos extraños respecto a Comey, Flynn y los rusos están causando que aumenten las especulaciones sobre una destitución, especulaciones que comenzaron como un murmullo con la polémica del despido de Comey.

La pregunta que se están haciendo los abogados, legisladores y electores es si las palabras y los actos de Trump respecto a la investigación de Flynn se equiparan al delito de obstrucción a la justicia, un concepto relativamente impreciso según las leyes estadounidenses . Si así fuera, la Cámara de Representantes, controlada por los republicanos, podría someterlo a juicio político por "delitos o infracciones graves" ante el Senado; si lo hallaran culpable, lo destituirían. El presidente tiene fuero mientras esté en el cargo, pero se podría promover acción penal en su contra una vez que renuncie o si lo destituyen a través de un juicio político.

Aunque los oponentes de Trump exigirán ruidosamente su destitución, esa vía está llena de impedimentos sustanciales, aunque es posible. El primer obstáculo (y el más significativo) es que se necesita el voto de la mayoría a favor de la destitución en un Congreso dominado por los republicanos.

OPINIÓN: La paciencia de los republicanos con Trump podría estar agotándose

Una comisión legislativa republicana votó en 1974 a favor de iniciar un procedimiento de destitución contra el entonces presidente republicano, Richard Nixon, con lo que lo obligaron a renunciar; sin embargo, los cargos contra Nixon eran mucho más sustanciales que el posible cargo de obstrucción a la justicia del que se habla ahora.

En el caso de Nixon, la Comisión Judicial de la Cámara de Representantes votó a favor del juicio de destitución por obstrucción de la justicia, abuso de poder y desacato al Congreso. Se argumentó que entre otras cosas terribles, Nixon había rendido falso testimonio; había retenido pruebas; sobornado a personas para que cometieran perjurio; autorizado el robo en el Watergate a través de sus subordinados; obstruido investigaciones legales del FBI y el Departamento de Justicia; sobornado a testigos con recursos de campaña; hecho mal uso de los recursos de la CIA e interferido con sus labores; castigado ilegalmente a sus enemigos a través del Servicio de Impuestos Internos (IRS, por sus siglas en inglés), el Servicio Secreto y otras dependencias gubernamentales, y participado en un encubrimiento general.

Esta es una lista parcial de los cargos por los que se enjuició a Nixon; el peor de todos lo corroboró él mismo a través de una grabación. Aunque tenían pruebas sustanciales que respaldaban todos los cargos, la Comisión Judicial no logró unanimidad respecto a los argumentos en los que se basaría el juicio político. En vez de enfrentarse a una votación en la Cámara de Representantes, Nixon renunció.

Por otro lado, Trump parece un auténtico niño explorador. Sus subalternos niegan que el relato de Comey sobre su conversación con Trump sea veraz. Afirman enfáticamente que Trump nunca ordenó ni solicitó la cancelación de ninguna investigación criminal. Si las cosas llegaran a pleito, los abogados de Trump podrían alegar que una conversación vaga en la que se pide que se tenga piedad con un "buen tipo" era una simple sugerencia, no una orden. El mismo Comey reconoció que Flynn es "un buen tipo". Parece que Comey ni siquiera le insinuó a Trump que había algo incorrecto en su petición. A diferencia de los ladrones del Watergate, a quienes realmente se arrestó e investigó, no se han levantado cargos contra Flynn, así que ¿cuál procedimiento judicial se está obstruyendo?

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A estas alturas, el gran problema es que no hay grabaciones, así que será la palabra de Trump contra la del contrariado exdirector del FBI. Aunque se aceptara que Comey está diciendo la verdad, de todas formas podría no haber material suficiente para argumentar obstrucción a la justicia. Los abogados y los defensores de Trump le pedirán a la opinión pública que se pregunte por qué Comey no se quejó con el Congreso o con el Departamento de Justicia si creía que Trump había pedido que se cometiera un delito. ¿Por qué Comey no renunció y delató a Trump?

Los partidarios de Trump dirán que lo que Comey realmente quiere es vengarse por haber perdido su prestigioso empleo. Cerrarán filas y afirmarán que esta es una conspiración más de las élites mediáticas liberales en contra de su intrépido líder, quien simplemente está tratando de "drenar el pantano", como prometió.

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A final de cuentas, Trump sobrevivirá a este ataque. Sin embargo, la oposición está tomando la defensiva. Trump está demostrando un patrón de incompetencia, deshonestidad e irresponsabilidad arrogante al manejar materiales confidenciales y asuntos exteriores, lo que podría desembocar en su destitución.

Las pruebas que respalden la destitución deben ser poderosas y contundentes para obtener los votos del partido del presidente. Aunque a muchos republicanos no les guste Trump, nunca lo destituirán con base en estas pruebas tan escasas y endebles.

Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión

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