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OPINIÓN: Arrinconado por sanciones de EU, Putin trata de no mostrar debilidad

Con algunas viejas represalias sacadas del congelador, el líder ruso está tratando de hacerse el duro aunque está en una posición extremadamente débil, opina Mark Galeotti.
mar 01 agosto 2017 11:32 AM
Putin
Putin Con su imagen de defensor de los intereses de Rusia, Putin no podía arriesgarse a mostrar debilidad para responder a las sanciones del gobierno de Trump. (Foto: Carlos Barria/REUTERS)

Nota del editor: Mark Galeotti es investigador sénior de UMV (Instituto de Relaciones Internacionales de Praga) y coordinador de su Centro para la Seguridad Europea. Es especialista en asuntos de seguridad, inteligencia y delincuencia organizada de Rusia, así como director del despacho de consultoría Mayak Intelligence, que se especializa en investigaciones sobre Rusia. Las opiniones expresadas en esta columna son exclusivas de su autor.

(CNN) — La reacción de Putin a las nuevas sanciones que Estados Unidos aplicará a Rusia fue curiosamente anacrónica.

Aunque se vendió como indicio de que el Kremlin ya perdió la paciencia con Donald Trump y sigue estando dispuesto a enseñar los dientes, la noticia probablemente demuestra mejor que el gobierno ruso tiene cada vez menos opciones.

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Las sanciones estadounidenses están dirigidas contra la infraestructura energética de Rusia en respuesta a su presunta interferencia en las elecciones presidenciales de 2016. En contraste, el Kremlin está exigiendo que los estadounidenses retiren a 755 integrantes de su servicio diplomático, con lo que serían los mismos que los que el gobierno ruso tiene en Washington.

Hay una asimetría extraña porque en otros casos, las reacciones solían emular a las sanciones, principalmente por el impacto simbólico.

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Por lo tanto, es probable que estas medidas se hubieran pensado originalmente como reacción a la decisión que Barack Obama tomó en diciembre de expulsar a 35 diplomáticos rusos y de cerrar dos instalaciones rusas en respuesta a su interferencia en las elecciones.

En ese entonces, el gobierno ruso decidió no reaccionar y hacer un gran despliegue de paciencia. Después de todo, Trump iba camino a la Casa Blanca y el equipo de Putin aún tenía la esperanza de que sus efusivos halagos sobre Rusia se tradujeran en beneficios prácticos.

Pero desde entonces, los rusos han aprendido la dolorosa lección de que Trump promete más de lo que puede cumplir y han sido testigos de que las sospechas del Congreso, la hostilidad de la prensa y las constantes investigaciones judiciales le atan las manos cada vez más para trabajar con Moscú.

Con esta nueva ronda de sanciones, quedó claro que Putin cree que no podía darse el lujo de no responder. Como es un líder que ha levantado gran parte de su legitimidad personal sobre su imagen de defensor de los intereses de Rusia, no podía arriesgarse a mostrar debilidad.

Pero el hecho de que lo mejor que pudieron hacer fuera sacar del congelador algunas viejas represalias, subraya la profunda disparidad entre las posturas de Moscú y Washington.

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Esta maniobra seguramente causará molestias tanto al Departamento de Estado de Estados Unidos como a cualquier ruso que quiera una visa para entrar a Estados Unidos o que quiera usar los servicios de la embajada y los consulados estadounidenses en Rusia. Para todos los rusos que trabajan para el gobierno estadounidense, que se encontrarán desempleados, será particularmente problemático.

Cuando Putin dijo que estas medidas eran "cáusticas", estaba exagerando un poco. Considerando el panorama, su impacto seguramente será muy limitado. Continuarán los contactos diplomáticos y se procesarán visas… aunque más despacio. Seguirá habiendo intercambios.

nullLa verdad es que aunque Putin tenía otras opciones más "cáusticas" a su disposición, le perjudicarían más de lo que perjudicarían a los estadounidenses. Por ejemplo: la NASA sigue dependiendo de los cohetes rusos para llevar a sus astronautas a la Estación Espacial Internacional y el gobierno ruso pudo haberse negado a seguir ayudando… pero ello le hubiera costado casi mil millones de dólares al programa espacial ruso tan solo en 2017 y 2018, y lo que necesitan ahora es dinero.

De igual forma, Rusia no exporta nada esencial a Estados Unidos; como su PIB es más pequeño que el del estado de Nueva York, su margen de maniobra en sentido económico es mínimo.

Así que no hagan caso de los titulares que afirman que "Putin se pone rudo". Los rusos no solo están desesperados por no quemar sus puentes hacia Trump (es revelador que las represalias se anunciaron una vez que las medidas se aprobaron en el Capitolio, pero antes de que Trump las firmara , así que pudieron venderlas como una respuesta a "las sanciones del Congreso"), sino que estas medidas son impresionantes, pero están esencialmente huecas. Como siempre, Putin está tratando de hacerse el duro aunque está en una posición extremadamente débil.

Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión

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