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OPINIÓN: Ante euforia por el Dow Jones, debemos tomar nuestros recaudos

La historia obvia indica que el mercado medido en Dow ha sido un excelente negocio, pero si el ciclo cambia de positivo a negativo, el ruido será enorme, opina Roberto Ruarte.
jue 03 agosto 2017 07:05 AM
Récord
Récord El DJI alcanzó esta semana el valor más alto de su historia en términos nominales. (Foto: Drew Angerer/AFP)

Nota del editor: Roberto A. Ruarte es asesor en mercados financieros. Las opiniones en esta columna pertenecen exclusivamente al autor.

(Expansión) — Seguimos con el análisis del Dow Jones Industrial, el que en el día de ayer rebasó los 22,000 puntos : el valor más alto de su historia en términos nominales.

En la publicación de la semana pasada decíamos que la caída más importante desde la creación de este índice y de la Bolsa de EU ocurrió entre 1929 y 1932, perdiendo el Dow en solo 3 años el 95% de su valor y que luego se reflejó en la economía, generando la Gran Depresión, que luego acabó en la Segunda Guerra Mundial.

Al Dow le tomó 25 años recuperar los niveles que tenía en 1929. A partir de 1954 se genera otra euforia que dura más tiempo. De hecho serían 12 años de fuertes subidas en el Dow Jones, que terminaron en 1966 cuando se toca por primera vez los 1,000 puntos, cerrando más de una década de bonanza que nos llevó a un crecimiento de 139 % por encima de los máximos de 1929.

Desde 1966, nuevamente el ostracismo se apodera de la Bolsa y claramente los 1,000 puntos recién son consistentemente superados 16 años después con Ronald Reagan en 1982. Previo a ello, desde 1966 a 1974, el Dow Jones bajó 50% en términos nominales y más en términos reales a 1982, verdadero piso del mercado, teniendo en cuenta que fueran épocas de alta inflación en EU.

Desde 1982 a 1987, durante el gobierno de Reagan, la Bolsa subió 162 % por encima de los picos de la década de los 60 y 70 y hace su techo en los 2,750 puntos en agosto de 1987; en efecto, desde agosto a octubre, el mercado cae 40%; por la rapidez, se conoce como el “crash” de 1987. Al Dow le tomó cuatro años recuperar los valores de 1987, pudiendo hacerlo recién en 1991.

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Desde 1991 a 2000, tuvimos nueve años de bonanza que nos llevó a la gran euforia de las denominadas “punto.com” al comienzo de esta centuria. El Dow creció 289 % con Bill Clinton como protagonista. Esa burbuja explotó y desde 2000 a 2002 las tecnológicas de desplomaron un 80%.

Al mercado medido en términos del Dow y S&P500 le llevó 12 años recuperar los valores del 2000, al Nasdaq le llevó 16 años.

Volviendo al Dow, desde la superación de los picos de 2000, ocurrida claramente en 2012, y teniendo en cuenta también el S&P500, llevamos 80% de subida arriba de dichos máximos y estamos formando la próxima burbuja. ¿Cuándo y desde qué valores explotará? Es lo que está en discusión.

La historia obvia indica que el mercado medido en Dow ha sido un excelente negocio. Sin embargo, un análisis más detallado nos lleva a la conclusión que el timing es importante y más cuando en los picos abundan noticias buenas y en los valles las noticias malas.

Sin ir más lejos, en noviembre de 2008 se publicaron 5,000 titulares de crisis en los medios de prensa y muchos marcaban un capitalismo herido de muerte. Tan solo 9 años después Yellen, la directora de la FED, nos dice que no tendremos una nueva crisis en nuestras vidas y Donald Trump, que dos años atrás sin ser candidato hablaba de burbuja, nos dice que esto recién empieza .

En 2008, el Dow valía 7,000 puntos y nos decían que era peligroso y ahora vale 22,000 puntos y nos indican que estemos confiados. Nuevamente se da el comportamiento de masas en los mercados financieros, más sube, más apetito de compra existe, más baja más miedo existe y se contagia entre los participantes.

Miremos este escenario desde otro punto de vista. Si usted, llevado por la euforia del comercio internacional a comienzos de la centuria anterior hubiera comprado acciones cerca del pico de 1906, la Bolsa se cayó 8 años y necesitó otros 8 para recuperarse, es decir, estuvo 16 años sin ser negocio.

Desde 1922 a 1929 subió la Bolsa exponencialmente para dejar de ser negocio por 26 años; en efecto, en tres años perdió 95% de su valor y le llevó 23 años recuperar los valores de 1929.

Desde 1954 a 1966 subió 12 años, se cayó 50% en 8 años, le tomó otros 8 años recuperar su valor para recién en 1982-1983 superar claramente los techos de 1966-1969, es decir, estuvo 16 años sin ser negocio si compró con la euforia de 1966.

Desde 1982 a 1987, subió 5 años y se desplomó 40% en apenas tres meses y estuvo cuatro años sin ser negocio. Recién en 1991 recuperó los valores de 1987; desde 1991 a 2000 tuvimos nueve años de bonanza seguidos por 12 años de ostracismo. Ahora llevamos cinco años de buen negocio del mercado. Si la historia se repite, debemos prepararnos para el próximo ostracismo de Wall Street.

El mercado generó burbujas en 1906, en 1929, en 1966, en 1987, en 2000. De hecho, ha estado más tiempo recuperándose de las crisis que producen las burbujas, que los años que realmente ha sido negocio; si a eso le sumamos que al inversor le gusta comprar cuando las noticias son excelentes y deshacerse cuando son malas es que la idea de Buy and Hold puede ser una pésima idea en Wall Street.

OPINIÓN: Un mercado cíclico, una cualidad que pocos recuerdan

Actualmente, desde el 2012 estamos en bonanza a euforia formando la próxima burbuja; solo restaría saber cuánto más tiene para inflarse y cuando se romperá para guiar a un período de ostracismo: es la ley de la naturaleza, los mercados son cíclicos y ciclotímicos.

En 1906, en 1929, en 1966, en 1987, en 2000, en 2007 y ahora, los inversores amaron y aman invertir en la Bolsa de valores. En 1914, en 1932, en 1974 y 1982, en octubre de 1987, en 2002, en 2008, los inversores defenestraban la Bolsa.

Actualmente con el Dow en 22,000, Yellen, Trump y los inversores están muy complacientes con la Bolsa de EU y aman Facebook, Amazon, Apple, Google, Microsoft , las que tienen una capitalización bursátil mayor que el PBI de México, Brasil y Argentina juntos.

Estados Unidos es solo el 10% de la economía mundial pero más del 50% de la capitalización bursátil. Si el ciclo cambia de positivo a negativo, el ruido será enorme. ¿Está usted preparado para ello? La historia nos enseña que debemos tomar nuestros recaudos.

Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión

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