De cara a las elecciones de 2018, el PAN vuelve a tropezar con luchas internas
Minutos después de que cerraran las casillas el pasado 5 de junio, el dirigente del PAN, Ricardo Anaya, aseguró que el blanquiazul obtendría tan buenos resultados que empezaría a formar la base para recuperar la Presidencia de la República en 2018. Pero a seis meses de aquellos triunfos en comicios locales, los conflictos internos han vuelto a crecer dentro de Acción Nacional y, según analistas, amenazan sus intenciones de regresar a Los Pinos.
De las divisiones entre grupos de panistas, una situación recurrente desde que el PAN perdió el Poder Ejecutivo federal en 2012, destaca la que se vive entre sus aspirantes a la candidatura presidencial, entre ellos, la exprimera dama Margarita Zavala; el gobernador de Puebla, Rafael Moreno Valle, y el propio Anaya.
Las tensiones surgen de que Zavala, Moreno Valle y otros militantes consideran que Anaya está aprovechando indebidamente su posición como dirigente para promover sus aspiraciones presidenciales, aunque en público no reconozca que quiere ser candidato. Por ello, a través de distintos medios, le han exigido que "juegue claro".
En palabras del politólogo José Fernández Santillán, del Tec de Monterrey, el PAN está confrontado cuando sus militantes deberían estar poniendo las cartas sobre la mesa y definiendo tiempos y actividades para ser más competitivos.
“Se le cuecen las habas a todo el mundo para estar en el candelero y eso afecta al proceso político nacional”, dijo.
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Por su parte, Eduardo Huchim, experto en temas electorales, aseguró que es indispensable que el partido resuelva sus diferencias hacia 2018 o, de lo contrario, corre el riesgo de perder posibilidades de ganar.
"No les queda más vía que la unificación de las distintas corrientes y distintos intereses (...) Lo mejor es que reconcilien sus rencores, sus diferencias, y que definan una vía adecuada, justa y equitativa para la elección de su candidato", dijo.
Después las votaciones
Las confrontaciones en el PAN han sido constantes desde las elecciones intermedias de 2015 e incluso después de los buenos resultados de junio pasado, en los que candidatos de Acción Nacional ganaron gobiernos estatales como el de Chihuahua, Durango y Tamaulipas.
Un primer conflicto se dio por el impulso a Javier Bolaños y María Guadalupe Murguía para que presidan la Cámara de Diputados. Entonces, el exdirigente panista Gustavo Madero acusó a Anaya de haberle prometido su respaldo sin haberle cumplido.
Después, una veintena de panistas dio a conocer una carta en la que critica la exposición mediática de Anaya a través de los spots que pertencen al partido. Según los firmantes, tales apariciones de Anaya generan "detrimento en la unidad de la vida interna del partido".
A esto se sumó que Madero, Zavala y Moreno Valle exigieran "piso parejo" en la futura definición del candidato presidencial blanquiazul y exigieran a Anaya que, si quiere esa postulación, deje la posición de dirigente para que contienda en las mismas condiciones de los otros aspirantes. Y en esa misma línea también se expresó el expresidente Felipe Calderón.
Hace algunas semanas, además, el diario El Universal reveló que Anaya posee una casa en Atlanta, Estados Unidos, y aludió a que el costo de esa propiedad y de mantener a su familia en dicha ciudad no corresponde con sus ingresos. En respuesta, Anaya ha defendido su patrimonio y, sobre sus posibles aspiraciones presidenciales, sostiene que de momento "está concentrado" en las elecciones locales que se celebrarán en 2017 en Coahuila, Nayarit y Estado de México.
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El camino al 2018
Analistas consultados en junio pasado advirtieron entonces que los problemas internos podrían ser el "talón de Aquiles" del PAN. Uno de ellos fue el politólogo José Antonio Crespo, del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), quien dijo que todo dependería "de cómo (el partido) nombre a su candidato, si con unidad o con división y fracturas".
Hoy, los expertos señalan que, si bien las tensiones son una característica natural en todos los partidos y todavía falta tiempo para que arranque formalmente la contienda hacia 2018, el proceso en Acción Nacional "se está atorando".
“El no tener consensos internos sobre el procedimiento mismo de la designación presidencial desde luego está atorando el proceso mismo de la estrategia, aunque formalmente el PAN ya inició su proceso de consultas internas con la militancia para confeccionar su plataforma”, dijo Víctor Manuel Alarcón Olguín, investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).
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Según el académico, la decisión que eventualmente tome Anaya obligará a los otros aspirantes a decidir si se alían con él u optan por una elección interna como la de 2012, cuando Josefina Vázuez Mota, Ernesto Cordero y Santiago Creel compitieron por la candidatura presidencial del PAN. Vázquez Mota ganó ese proceso, pero en su campaña no logró sumar el respaldo de otros grupos de panistas y esto influyó en que quedara en el tercer lugar de las votaciones, detrás del priista Enrique Peña Nieto y del entonces perredista Andrés Manuel López Obrador.
Al respecto, Huchim consideró que para el PAN será clave que todos los contendientes se comprometan a apoyar a quien sea elegido como candidato. En tanto, Fernández Santillán estimó que el PAN está más preocupado en estrategias de comunicación que en formular propuestas y resolver sus pleitos internos.
“Lo que están dando a nivel México es un partido confrontado, un partido belicoso, un partido que no sabe organizarse internamente, y esa imagen durante muchos años dio el PRD y a ese partido le ha ido muy mal; entonces, si van por ese camino, no creo que le vaya muy bien a ninguno de los panistas”, adelantó.