Lecciones para emprendedores: cómo ser un líder en Marketing
Se le conoce como “la terraza Timberland”. Su vista privilegiada de la Ciudad de México, así como su decoración de influencia nórdica, se han convertido en el sello de distinción en la mercadotecnia de Homework, un espacio de coworking propiedad de Manuel del Valle y dos socios más.
Esta historia empresarial tiene todos los elementos para construir un “Monstruo de la Mercadotecnia”: pasión emprendedora, originalidad, segmentos de mercado bien definidos y un negocio inmerso en una tendencia que va en ascenso: las proyecciones del mayor operador mundial de conferencias de coworking —GCUC y Emergent Research— estiman que los próximos años el número de firmas bajo este concepto irá de 3.8 millones en 2020, a 5.1 millones en 2022.
En los buscadores digitales, en las redes sociales y en las recomendaciones que se hacen de boca en boca, una y otra vez surge el nombre de Homework y sus imágenes en la zona más céntrica de CDMX como un auténtico gancho a la generación que atiende: los millennials, que en 2020 formarán parte del 51% de la fuerza laboral, en todo el mundo.
Esta idea es importante en el discurso mercadotécnico de un coworking: representa el tiempo y el espacio para vivir, desde hoy, el formato del trabajo del futuro.
Más aún, un coworking materializa ideales de movilidad y trabajo en colaboración que hoy rigen a las economías del mundo.
Homework está consciente de ello. Manuel del Valle, su propietario, lo ha expuesto así en diversos foros en los que ha participado como parte de la Asociación de Emprendimiento de México (ASEM), una red de apoyo para emprendedores como él, institución apoyada por el banco Santander.
Los 1,200 metros cuadrados de espacio son un elemento importante y serio en la representación del negocio: inspira, porque cuenta silenciosamente el origen de esta empresa.
Hace 30 años, en el mismo espacio se encontraba una empresa de textiles que pertenecía al padre de del Valle. Los vaivenes económicos la condujeron a cerrarse, pero el edificio, testigo fiel de la memoria familiar, quedó activo. Y vivo se encuentra ahora, cuando alberga a decenas de oficinas de pequeños y medianos emprendedores que todos los días comparten espacios, así como experiencias, en este ecosistema laboral que es Homework.
El marketing adecuado para los segmentos o audiencias que atiende un negocio es vital para el florecimiento de los proyectos de los emprendedores. Justo como pasó en Homework: la suma de la propuesta, en el momento y lugar indicados. Son los componentes del éxito. Es importante para ellos, es serio para Santander.