Nuevos materiales contribuyen al desarrollo sostenible
Las estimaciones de Greenpeace merecen atención: en 2020 se superarán los 500 millones de toneladas anuales de plástico, lo que supondría 900% más que los niveles registrados en 1980. Al respecto, el Banco Mundial también se ha pronunciado, advirtiendo que, si los materiales plásticos no se recolectan y gestionan adecuadamente, contaminarán y afectarán los ecosistemas durante miles de años.
Por ello, este material tiene un papel crucial a desempeñar en la entrega de un futuro más sostenible y mediante la combinación exclusiva de ligereza, bajo costo, durabilidad y capacidad de reciclaje. Además, como materia prima, el plástico mismo ya puede asegurar productividad agrícola, seguridad alimentaria e higiene hospitalaria. Así lo da a conocer Braskem Idesa.
Actualmente, se utiliza en diversos sectores para aplicaciones cotidianas y, como resultado de su versatilidad y capacidad de innovación, también es adecuado para apoyar a las tecnologías sostenibles, sin desperdicios.
En el camino al desarrollo de nuevos materiales para apoyar la economía circular, la compañía fomenta el crecimiento del reciclado en todos los lugares en los que opera y en todas las fases de sus procesos: desde cómo se proyecta, fabrica, utiliza, recicla, recupera o reutiliza los plásticos.
Es esta visión global la que permite elevar los estándares de calidad de vida de la sociedad y mejorar la sostenibilidad con productos que eviten el desperdicio y aumenten la eficiencia, al convertirse en productos que van más allá de un solo uso.
Como parte de sus compromisos voluntarios, como la operación Clean Sweep Blue, Braskem Idesa buscar el apoyo necesario para alcanzar diversos objetivos, en conjunto con entidades sectoriales en varias localizaciones. Entre ellos destaca el hecho de que el 100% de sus unidades industriales han adoptado las mejores prácticas para control de micro plásticos.
De igual manera, se unió al programa "Cero Pérdida de Pellets", impulsado por la Asociación Nacional de Industrias del Plástico (ANIPAC), para motivar a todas las personas que integran a la compañía a implementar buenas prácticas de limpieza y contención de este material.
Otra de sus estrategias es desarrollar nuevas tecnologías, modelos de negocios y sistemas para mejorar la cadena de reciclaje y recuperación de materiales, además de invitar a los consumidores a participar, activamente, en estos procedimientos.
Finalmente, Braskem Idesa se fundamenta en herramientas científicas, como el Análisis de Ciclo de Vida o ACV, para elegir la opción más sostenible en términos de impacto ambiental y fomentar el desarrollo sustentable, además de apoyar alianzas destinadas para mejorar la gestión de los residuos plásticos, principalmente el problema de la basura en los mares.