Ya desde ahora se vislumbra 2020 como un año en el que las empresas deberán conducir sobre una retadora autopista económica. La buena noticia es que no tienen por qué hacerlo solas: pueden tener cerca asesores para que la gerencia y la dirección pueda tomar las mejores decisiones.
Esto resulta fundamental para el desarrollo del negocio. El estudio “Empresas familiares en México: tiempo de sucesión en un escenario disruptivo”, de KPMG México, señala que nueve de cada 10 encuestados (92%) reconoce el valor de contar con una estrategia de negocio clara y bien definida, aunque solo 34% asegura contar con ella.
Una estrategia que, ante el contexto actual de una baja actividad económica, debe seleccionar cuidadosamente qué nuevas adquisiciones debe hacer la empresa, qué activos deben recibir mantenimiento especial para alargar su ciclo de vida productiva e, incluso, qué activos podrían venderse para apuntalar el flujo financiero del negocio.