Cuando en marzo escuchaste que el virus originario en Wuhan, China, se había convertido en una pandemia, tal vez lo primero que hiciste fue analizar lo que debías hacer para evitar el impacto. Realizaste ajustes y tomaste una nueva ruta, definiendo
cómo estabilizar o ajustar tus operaciones, cómo contar con los recursos necesarios, cómo recuperar ingresos para no perder liquidez, cómo reducir costos, cómo ajustar tus productos, cómo optimizar procesos, cómo tener un equipo alineado y productivo, en fin… enfrentaste retos estratégicos a diario, mantuviste la mira en la cima e hiciste los ajustes que te permitieran avanzar.
Esta crisis sacó a relucir la importancia de contar con una estrategia eficiente y ágil, plasmada en un plan sencillo que todos en la organización puedan entender y ejecutar. Durante los últimos tres meses, la planificación estratégica ha sido a corto plazo con ajustes constantes. Hoy es un gran momento para ver más allá de la avalancha y planificar como si jugáramos ajedrez, es decir, contar con más opciones para los siguientes movimientos y así elegir el que más convenga, dependiendo de la jugada o las réplicas que vendrán.
Ver más allá de la avalancha significa identificar todas las tendencias en el mundo, todos los cambios en industrias, mercados, política, economía, sociedad, tecnología, entre otros, que podrían tener un impacto o ser una ventaja para tu negocio. Si conoces bien tus fortalezas y oportunidades, al momento de identificar hacia dónde apunta la aguja sabrás cómo aprovechar esas tendencias. Por ejemplo, una empresa que fabrica plumas de tinta hechas de plástico, no es sólo una empresa de bolígrafos, su oportunidad es la fabricación de consumibles de plástico desechables que pueden convertirse en guantes de un solo uso, un recurso tan necesario el día de hoy.