Debido a la pandemia por coronavirus surgió la incertidumbre acerca de qué pasaría con los espacios de trabajo como los conocíamos hasta el momento, en donde las compañías contaban con oficinas centralizadas y en algunos casos espacios de trabajo colaborativo como WeWork; ambos de manera presencial. O si el home office llegaría para quedarse y para desbancar a las oficinas.
En los últimos seis meses de este 2020 diversas empresas han tenido que implementar el home office y líderes de todo el mundo externan su preocupación respecto a las desventajas que esto ha generado, entre ellas: la pérdida de la identidad corporativa, desorden de horarios, declive en procesos de innovación, desconexión entre compañeros de trabajo, entre otras.
Las oficinas tradicionales, en un futuro, no serán la única opción para desarrollar las actividades laborales, pero seguirán teniendo un papel fundamental como un lugar de encuentro, en donde se puede generar una conexión humana y fomentar la innovación. En WeWork lo entienden perfectamente y por ello trabajan con todas las medidas necesarias de salud y seguridad. Han estado a la vanguardia para adaptarse a tiempos sin precedentes y su modelo se perfila como uno de los mas eficientes y atractivos ante la pandemia.