Una de estas oportunidades es el factor de la inversión para contribuir al desarrollo de esta actividad económica. Este sector está apalancado actualmente por grandes compañías de talla internacional, dos de ellas, empresas mexicanas muy sólidas que son referente a nivel mundial, Grupo México y Peñoles-Fresnillo PLC, que están comprometidas por seguir invirtiendo en México en los siguientes años.
Cabe resaltar que estas compañías están muy cercanas a sus comunidades aportándoles bienestar, desarrollando infraestructura básica, de servicios, de salud entre otras. Pero en el resto del territorio nacional, en localidades sin vocación minera, se desconocen estas buenas prácticas y se ha llegado a pensar en que esta actividad es muy compleja, peligrosa y, sobre todo, dañina para el medio ambiente.
Actualmente, cruzamos por una crisis ambiental desatada por muchos factores, entre ellos las regulaciones dentro de los sectores industriales, transporte, generación de energía para emisión de contaminantes y gases de efecto invernadero.
La clave para disminuir este tipo de contaminantes es hacer obligatorio y más accesible el uso de tecnologías más eficientes y más limpias, con lo cual, los consumidores tendremos como incentivo adicional, facturas energéticas más accesibles y controlables.