Expansión (E): La clasificación de los cárteles mexicanos como Organizaciones Terroristas Extranjeras, por parte del gobierno de Estados Unidos, ha representado un cambio radical en cómo las empresas abordan el cumplimiento normativo. ¿Qué impacto ha tenido esto en los procesos tradicionales de revisión de antecedentes y Due Diligence?
Arturo Téllez (AT): La transformación ha sido profunda. Antes, los procedimientos requerían recursos considerables, dedicados principalmente a revisiones iniciales con un alcance limitado y pocos controles periódicos. Todo eso cambió con la velocidad de acceso a la información y la necesidad de ser más proactivos. Ahora, las empresas deben contar con herramientas tecnológicas que les permitan realizar verificaciones en tiempo real, minimizando riesgos y protegiendo su integridad reputacional.
E: ¿Cómo influyen estos cambios en las estrategias internas de las compañías?
AT: Deben reinventar sus paradigmas de compliance. La idea de hacer una revisión una sola vez, al inicio de una relación, quedó atrás. Hoy, el monitoreo constante y la actualización inmediata son esenciales. La identificación temprana de vínculos con personas o empresas sancionadas es clave para evitar consecuencias de alto impacto, incluso en la continuidad operacional.
E: En ese contexto, 2025 parece ser un año crucial. ¿Qué predice el panorama para las empresas en relación con el cumplimiento de las normativas?
AT: Sin duda, 2025 marcará un antes y un después. La colaboración entre agencias federales de Estados Unidos, como la Administración para el Control de Drogas (Drug Enforcement Administration, DEA), el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (United States Immigration and Customs Enforcement, ICE), el Buró Federal de Investigaciones (Federal Bureau of Investigation, FBI), la Oficina de Control de Activos Extranjeros (Office of Foreign Assets Control, OFAC) y la Red de Control de Delitos Financieros (Financial Crimes Enforcement Network, FINCEN), ha sido contundente en la acción contra individuos y empresas, incluso en sectores considerados de altos estándares de compliance, como la banca.
Esto envía una señal clara: las empresas deben fortalecer sus procesos internos o corren alto riesgo de ser sancionadas o perder relaciones comerciales y su reputación.
E: ¿Qué tipo de sanciones se pueden aplicar en este sentido?
AT: Multas, acusaciones penales, congelamiento de cuentas, deportaciones, decomisos de bienes muebles e inmuebles y cancelación de visas.