Escuelas de negocios otorgan becas para mujeres en MBA

A pesar de los esfuerzos realizados para incrementar la presencia de mujeres en los programas de negocios, la brecha de género persiste en las escuelas que imparten educación ejecutiva. Ellas representaron el 44% del total de solicitudes para estudiar un MBA en el ciclo 2016-2017, según el informe Where are women in graduate business school? ('¿Dónde están las mujeres en las escuelas de negocios?'), elaborado por GMAC, el organismo encargado de aplicar la prueba GMAT, evaluación estandarizada de ingreso a las escuelas.

El número de mujeres en una escuela de negocios “se ha convertido en un dato predecible”, oscila en un 40% en programas de tiempo completo y 41% en opciones en tiempo parcial, arroja el documento que contabilizó las solicitudes de ingreso de mujeres en cinco años.

“El problema, aunque pareciera algo menor, sigue siendo de ritmos. Con esto me refiero a que el promedio de edad para estudiar estos programas es 40 años, no está en sintonía con el ritmo de vida que suelen tener las mujeres en esa etapa, de formación de familia”, dice Celia de Anca, directora de Diversidad en la escuela de negocios española Instituto de Empresa (IE).

Los hombres regresan a la escuela, pero ellas tienen más retos para hacerlo por falta de una red de apoyo que incluye familia, pareja, empresas y las propias escuelas de negocios, que necesitan ampliar sus incentivos y flexibilidad académica, reconoce la coautora del libro ‘Managing Diversity in the Global Organization’.

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Bajo esa premisa, IE, donde las mujeres representan 30% del alumnado en educación ejecutiva, propuso este año renovar su estrategia de atracción creando un fondo de 6 millones de euros para becar a mujeres en los programas que imparten. Para ser candidata a este apoyo, hay que seguir un proceso similar al de cualquier ayuda financiera, con entrevistas y ensayos. La diferencia es su enfoque para impulsar a la mujer en el ámbito de tecnología, emprendimiento y proyectos para mejorar el liderazgo.

“El sector tecnológico prácticamente no tiene mujeres en puestos de liderazgo, no sucede como Recursos Humanos y otros campos. Contradictoriamente, la tecnología domina el futuro y hay que ir más rápido en formar a líderes mujeres en este campo”, señala Celia de Anca.

El fondo de becas, llamada #IEWomen forma parte de la campaña ‘Colors of Success’ ('Colores del éxito'), impulsada por el Centro de Gestión de Diversidad de la escuela, e incluye la creación de un blog con eventos e iniciativas para mujeres.

“Las redes de apoyo son una herramienta que las mujeres necesitan explorar más y ese networking puede empezar digital, teniendo las escuelas como plataforma”, indica la directora en IE, que cuenta con el porcentaje más representativo de mujeres profesoras entre las escuelas mejor ranqueadas a nivel internacional: 39% (hace dos años era 37%). La escuela de negocios de Harvard, por ejemplo, cuenta con 25% de mujeres docentes.

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Al igual que la escuela española, otras se suman a atraer con becas únicas a mujeres. La escuela de negocios Nyenrode, en Breukelen (Países Bajos), creó el financiamiento Women Scholarship, que dota con una beca de 17,250 euros a mujeres interesadas en su programa MBA. Para solicitarla, además de obtener un puntaje alto en la evaluación de ingreso GMAT, las candidatas deben presentar una carta donde explique, en sólo 500 caracteres cómo refleja su carrera como mujer en el ámbito de negocios los valores de Nyenrode.

Mentoría para ellas

Una de las preguntas planteadas en el informe del GMAC es qué pueden hacer los programas de MBA para mejorar su propuesta de valor para las mujeres que podrían vacilar entre elegir un MBA frente a cualquier otra maestría. “Como sucede con la política de establecer cuotas en las empresas, dar dinero no es suficiente. Es un gran incentivo, pero las escuelas requieren una estrategia más a largo plazo, afirma Cecilia de Anca.

Un elemento de diferencia en los MBA, de acuerdo con la directora de Diversidad en IE, será acompañar a las mujeres con mentorías desde que están en los salones de clase y con un seguimiento al término del programa, para continuar el vínculo profesional con docentes, muchas de ellas mujeres.

“Finanzas, negocios y dirección son trabajos que sigue teniendo más orientación al hombre, y eso debemos analizarlo en las escuelas. Contar con un mentor, hablar con él o ella sobre las opciones de desarrollo y apoyarse en su experiencia ayuda a entender cómo librar las barreras que pudieran parecer ‘sutiles’, pero siguen obstaculizando a la mujer”, puntualiza De Anca.