La inteligencia artificial llega a las aulas de posgrado
A finales de 2015, Adolfo González recibió una propuesta laboral en Michigan. Estudiaba la maestría en Administración y Dirección de Empresas en la EGADE, la escuela de negocios del Tec de Monterrey, y, de un momento a otro, cambió las clases presenciales por un formato virtual. Casi todas las materias incorporaban herramientas digitales, lo que le ayudó a familiarizarse con la transición y, tras el cambio, la valoración es positiva. “Entre plataformas, cámaras y simuladores, tuve un sentido de comunidad mayor que estando físicamente en un salón”, relata.
El ingeniero industrial, gerente senior en Whirlpool, encargado de negociaciones internacionales, comenta que al cursar su primer SNOC (Small Network Online Course) de gestión, un curso que combina cápsulas de video y enlaces en vivo con alumnos de todo el mundo, pudo aprovechar la tecnología de otra manera.
Asociaba lo digital con un último recurso por no poder estar de forma presencial. “Viví lo contrario, pude enfocarme mejor en mi auditorio, escuchar opiniones globales en tiempo real. Eso es clave para mi trabajo”, afirma.
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Hoy, hablar de recursos en línea no significa elegir entre un programa presencial o uno online. “Eso es cosa del pasado”, dice Teresa Martín-Retortillo, presidenta ejecutiva de IE Exponential Learning, de la escuela de negocios Instituto Empresa, en Madrid.
Implica entender cómo desarrollar iniciativas para personalizar el aprendizaje, a través de la inteligencia artificial (IA). La realidad virtual, la robótica, la analítica del aprendizaje o los sistemas de tutoría inteligente jugarán un papel importante para personalizar el aprendizaje los próximos 15 años, menciona el informe ‘Artificial Intelligence and Life in 2030’, de la Universidad de Stanford.
Camino a lo digital
La razón por la que Daniel Ortiz, CEO de la colombiana FloresyMás, cursó una clase en el WOO Room del IE fue actualizarse para llevar su emprendimiento a nuevos mercados.
Ortiz se conectaba desde Colombia, dos veces a la semana. En este room, una sala con 48 pantallas que integran un tapiz digital de 45 metros cuadrados, Ortiz era guiado por un profesor, para analizar con software, aplicaciones o mapas interactivos, cómo incrementar su facturación y extender su operación a otros países.
“Tener recursos digitales en la clase te da una metodología diferente. Eres mejor gestor del tiempo, tienes poco más de una hora para escuchar opiniones y hacer que tu intervención sea valiosa. Eso es el mundo real”, afirma el emprendedor.
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Marco Serrato, director de Vinculación Académica y Experiencia de Aprendizaje de la vicerrectoría de Educación Continua de la EGADE, señala que estos recursos ayudan a aterrizan mejor las ideas, a detectar errores, a ofrecer escenarios y personalizar. “Y es sólo la punta del iceberg de lo que se puede hacer con inteligencia artificial”, menciona.
Para Hernán Gómez, egresado de la EGADE, cursar un SNOC conectándose con alumnos de 28 países –de la Global Network for Advanced Management– para debatir sobre globalización, le permitió entender cómo gestionar y trabajar en un mercado donde predomina el talento foráneo. “Buscaba escuchar muchas opiniones sobre diferencias y similitudes culturales y entenderlo en el terreno de Oil & Gas, para mi labor en Shlumberger. Viví la diversidad con sesiones en vivo y videos que, incluso, podía repetir”, describe.
Para cada estudiante
Desde hace una década, las escuelas se ocupan en dar un giro al concepto digital y transitar a modelos cómodos para que el alumno olvide que trabaja con una interfaz, se enfoque en la interacción, indica Joe Haslam, profesor en el WOO Room del IE.
Hace cuatro años, el ITESO empezó a implementar en su MBA Dual plataformas virtuales, cuya función es poner en práctica la toma de decisiones, la negociación y varios aspectos de finanzas. Hoy, 85% de los alumnos utiliza simuladores, señala José de la Cerda, director del Departamento de Economía, Administración y Mercadología. “Los simuladores gustan porque ayudan cuando el análisis evidente no alcanza. Te ayuda a repensar opciones”, explica.
Los alumnos del ITESO trabajan más de 10 horas a la semana para verificar si una idea de negocio y su crecimiento es viable, con el simulador Lean Entrepreneurship de Stanford.
En los próximos tres años, la EGADE realizará una inversión cercana a los 3 millones de dólares en programas ejecutivos que propongan el uso de la tecnología con nuevos formatos, señala el director de Vinculación Académica.
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El centro desarrolló el ‘Desafío latinoamericano de innovadores’, en el que emprendedores compiten en un formato digital en la creación de prototipos y productos. “Es algo que ni escuelas como Harvard o MIT tienen. En 2018 sacaremos el primer programa enfocado en IA”, afirma Serrato.
La Escuela de Negocios del Politécnico de Milán realizó una investigación entre los estudiantes de su Flex MBA Executive, para evaluar cómo responden al uso de recursos digitales. Federico Frattini, director del programa, señala que el porcentaje de satisfacción, con respecto al desarrollo de la clase, fue 20% más alto, en comparación con un programa en formato convencional.
Las escuelas señalan que llevar a las aulas recursos de IA supone una inversión elevada. Y los costos no se recuperan hasta la segunda o tercera ejecución de un programa. Pero la principal ventaja es llegar a un número mayor de estudiantes que no podrían acceder a los programas en el campus.
“Están viendo sólo el inicio de lo que puede representar la IA. En los próximos años serán comunes los ‘tutores cognitivos’, maestros o robots alistados para dar retroalimentación y atender dudas, uno a uno, a los alumnos”, señala Amar Kumar, vicepresidente de Investigación en Pearson.
Mientras eso sucede, Adolfo González cree que la promesa digital ya fue cumplida. “Yo pasé de ser una persona escéptica en lo digital, a alguien que analiza proveedores en todo el mundo, especialmente, en Asia, en línea, con programas donde todo el equipo de Whirpool está conectado. Para eso es la escuela, para aprender algo que puedas llevar a tu vida diaria”, propone.
NOTA DEL EDITOR: Este reportaje forma parte del especial Educación Ejecutiva, publicado en la edición 1221 de la revista Expansión CEO.