El arte te hará mejor líder
CIUDAD DE MÉXICO (Expansión) - Los investigadores del FBI han encontrado unos aliados inesperados. Amy Herman ha llevado a Picasso o a Caravaggio hasta el Buró Federal de Investigaciones estadounidense. Lo ha hecho a través de los cursos de liderazgo de su organización, ‘El arte de la percepción’. La premisa es que ver los detalles de obras artísticas permite agudizar la observación y la toma de decisiones.
Los agentes federales no son los únicos que lo han comprobado. Otros clientes de Herman son el Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos, el cuerpo de Marines, el Departamento de Policía de Nueva York o empresas como MetLife, Cisco, HSBC o Shell Energy North America, entre otras. “Mirar los detalles cambia los datos visuales y las perspectivas múltiples mejoran la toma de decisiones”, señala Herman. “Frecuentemente, los directores están preocupados por el panorama general. Hacer su observación personal, ir donde está sucediendo el trabajo y ver con sus propios ojos en lugar de escuchar –solo– a la gerencia media, es invaluable”, explica la experta estadounidense, quien indica que en el último año ha incrementado 50% el número de directivos que toman su programa, que implementa desde el año 2000.
No es la única estrategia para mejorar el liderazgo a través del arte. Óscar Padilla ha llevado su amor por la pintura a todas las facetas de su vida. Se apasionó cuando era joven y, hoy, una de sus actividades favoritas y más frecuentes en familia es visitar museos. El CEO de Alcis Corp, grupo empresarial al que pertenece la funeraria J. García López, es el principal promotor de la iniciativa ‘Mexicráneos’, una exposición de esculturas monumentales que cada año llega a la Ciudad de México con motivo del Día de Muertos.
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Pero, además, el arte le sirve en su trabajo diario.“La disciplina es lo que más valoro de los pintores, para tener la mejor empresa hay que ser consistentes”, reflexiona el directivo, para quien el binomio arte-gestión empresarial no es una mezcla común. Sin embargo, tiene sus ventajas. “Admirar una obra me permite ver detalles y eso me hace ser más cuidadoso en todo lo que hago”.
Herman asegura que el arte es una forma no amenazante de mostrar al CEO que siempre hay más de una manera de ver las cosas. Y es una alternativa para quien tiene necesidad de ser un mejor líder ante retos como la transición digital, el desarrollo de talento y cómo retenerlo. En la encuesta ‘Perspectivas globales del CEO 2017. Disrupción y crecimiento’, elaborada por la consultora KPGM, 45% de los directores entrevistados sostuvieron que necesitaban confiar más en sus habilidades blandas para ser líderes más progresivos y ágiles, y 52% reconoció que es necesario entender las limitaciones de su personalidad.
El arte puede ayudarlos. “Los líderes que se dejan influir por las manifestaciones artísticas hacen comparaciones, tratan de asociar el trabajo del artista que explora y arriesga a su propia situación”, afirma Alberto Soto, director del Departamento de Arte de la Universidad Iberoamericana. Padilla practica esa extrapolación. “Me ayuda a interpretar el mundo, incluso si hay emociones negativas, siempre hay forma de convertirlas en algo positivo. Y eso es lo que trasmites a los colaboradores”, comenta.
El lenguaje estético es, sobre todo, una vía para humanizar al CEO, señala Ricardo Gómez, fundador y director general de En-Vivo, una empresa colombiana de desarrollo organizacional. “Les ayuda a tener un estilo de liderazgo más integrado y completo”, agrega Marlene Castaños, fundadora y CEO de We Create, una compañía que utiliza técnicas teatrales para apoyar a los directores de empresas.
Herman, que también es autora del libro Inteligencia visual. Agudiza tu percepción, cambia tu vida, señala que la observación de detalles de pinturas ayuda a analizar, expandir y reconsiderar sus responsabilidades profesionales. Incluso, al describir las piezas, el CEO puede aprender a expresarse con mayor claridad, precisión y objetividad, lo que mejora su comunicación. “Enfatizo al directivo que contar con la visión no es suficiente. Debe tener excelentes habilidades de comunicación para garantizar que el mensaje se implemente dentro de la empresa y con las partes interesadas externas”, afirma. Este tipo de ejercicios de observación permite a los ejecutivos darse cuenta de sus propias deficiencias y vulnerabilidades.
Otras disciplinas
No sólo la pintura ayuda. Programas como los de En-Vivo utilizan la música para pulir las habilidades de los CEO. “Cuando vienen con nosotros es porque se sienten bloqueados. Les enseñamos a escuchar como lo hacen los músicos, a tener paciencia para buscar el talento y desarrollarlo”, comenta Gómez.
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Creada en 2012, la empresa ha trabajado con directivos de los sectores financiero, bebidas y farmacéutico, entre otros. El CEO aprende conceptos como el ritmo, la tonalidad y la armonía. Conversa con los músicos y se sienta junto a ellos cuando tocan frente al director. Cuando toma la batuta, utiliza las técnicas de improvisación del jazz para crear música. “Al dirigir la orquesta se da cuenta de lo que implica conversar y considerar las emociones de la gente. Si introduce un estímulo, el resultado es diferente y él lo ve inmediatamente, cosa que no sucede en la empresa por la verticalidad de la estructura y el espacio físico”, asegura Gómez.
Otra vía es el teatro. We Create utiliza, desde 2014, sus técnicas para mejorar la comunicación. “Tuvimos un director de una empresa automotriz que era muy efectivo en su gestión, pero no sabía vender sus resultados. Como debía hablar en público, trabajamos con su voz, el nivel de relajación de su cuerpo en el escenario y cómo moverse en él. Analizamos la presentación para que tuviera una curva dramática”, explica Castaños.
Medir el impacto
Julio César Melo, dramaturgo y gerente de Transformación Cultural y Cambio de Grupo Televisa, reconoce que usar el arte para pulir las habilidades de liderazgo es una vía poco explorada, en parte por la falta de profesionalismo de muchos coaches. “El desarrollo organizacional está lleno de charlatanes que han transportado estos elementos sin metodología ni objetivos precisos”. Los resultados, subraya, deben ser medibles. “Si quien desarrolla estos programas no ofrece algo que sea cuantificable, está vendiendo espejitos”, señala el directivo.
En-Vivo evalúa el clima organizacional antes y tres meses después de la intervención, asegura Gómez, pero medir el impacto real es difícil por la impaciencia de las empresas. “Quieren todo rápido y un proceso puede tener varios efectos”, agrega.
Sin embargo, es una ruta que se debe explorar. “El CEO está abierto a la metodología porque no desafía lo que hace, sino las suposiciones que hace”, dice Herman. Más aún, los vincula de mejor manera con sus colaboradores. “Mis equipos agradecen que los tome en cuenta y eso es resultado de usar métodos más humanistas”, agrega Melo.
Para Padilla, el arte sigue siendo una extensión de su personalidad y de su vida cotidiana. “Me ayuda a formar un criterio y a comunicarlo mejor y de distintas maneras”.
Para cada necesidad
Cada disciplina artística ayuda a desarrollar habilidades para pulir la gestión de los directivos, según el Informe Fundación Botín, publicado en 2014, 'Arte y emociones que fomentan la creatividad'.
Teatro: Desarrolla confianza en uno mismo, la empatía, el trabajo en equipo, la concentración y la tolerancia.
Artes plásticas: Activa la imaginación y la capacidad inventiva, mejora la comunicación.
Literatura: Ayuda a ser más empáticos, tolerantes, activa la imaginación y mejora el lenguaje.
Danza: Activa la creatividad, la imaginación, proporciona bienestar emocional, cognitivo, físico y social. Permite percibir la conexión entre el cuerpo y la mente.
Música: Despierta la imaginación, la creatividad, modifica el comportamiento, mejora la memoria, la cooperación y el trabajo en equipo.
Cine: Cultiva la educación emocional, invita a la reflexión, activa la imaginación, la mirada aguda y el trabajo en equipo.
NOTA DEL EDITOR: Este reportaje se publicó originalmente en la edición CEO de la revista Expansión (edición 1237, 15 de julio).