Networking, el antídoto contra el techo de cristal
CIUDAD DE MÉXICO (Expansión) - Las mujeres pueden permanecer hasta 15 años en el mismo puesto de trabajo, demostrando que son capaces de cumplir con sus metas, antes de animarse a pedir un ascenso. Mientras que a los hombres les bastan unos meses para solicitar una promoción, asegura Claudia Jañez Sánchez, presidenta de DuPont América Latina.
“El no reconocer nuestros propios talentos y no valorar el potencial de una red de apoyo, nos está impidiendo desarrollarnos profesionalmente. Necesitamos empezar a empujarnos unas con otras, apoyarnos desde nuestras posiciones y no tener miedo a decir que estamos listas para asumir cualquier otra posición”, detalla la primera mujer que preside el Consejo Ejecutivo de Empresas Globales (CEEG).
Para Rosamaría Becerra, cofundadora de la consultora de recursos humanos Brilio, no basta que la mujer haga bien su trabajo para romper el ‘techo de cristal’ y asumir puestos de liderazgo que únicamente son ocupados por hombres, es necesario que invierta tiempo en generen alianzas para comunicar lo que está haciendo dentro de una compañía.
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El networking juega un papel fundamental en el desarrollo profesional de las mujeres. Las expertas consultadas coinciden en que esta herramienta ayuda a eliminar la cultura machista en el mundo laboral. Por eso, es imprescindible que ellas generen conversación con las personas que estén cerca, o que puedan ser aliados, para encontrar nuevas oportunidades de trabajo y demostrar sus capacidades. A continuación, las historias de mujeres que gracias a su red de contactos lograron crecer profesionalmente.
Maralty Ramírez Arroyo, directora de Fusiones y Adquisiciones de Grupo BAL
En la carrera de Maralty Ramírez, el networking siempre ha estado presente. Su red de contactos la empezó a crear desde que inició en el mundo laboral. Pero la fortaleció en 2004, mientras estudiaba un MBA en la Escuela de Negocios de Harvard. Tanto así que, un par de años después, uno de sus compañeros de clases –que en ese entonces trabajaba para el gobierno de Felipe Calderón– la invitó a formar parte de un proyecto como directora de competitividad.
En 2008, cuando decide mudarse a Nueva York, una charla con su mentor del MBA le abrió las puertas a varias entrevistas de trabajo. Después de una serie de procedimientos, Ramírez fue elegida como vicepresidenta asociada de la banca de inversión Hill Street Caítal LLC.
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Ya en México, en 2011, asumiendo el cargo de directora de Finanzas Corporativas en Grupo Salinas, recibió la llamada de un contacto que años atrás le había pedido un consejos laboral. Ahora la buscaba para ofrecerle el cargo que actualmente ocupa hoy: directora de Fusiones y Adquisiciones de Grupo BAL.
“La gente que te conoce y conoce tu trabajo te recomienda y eso siempre da confianza a las personas que te van recibir. El networking es un trabajo constante de estar relacionada, en contacto y mostrar lo que sabes hacer”, afirma Maralty Rodríguez.
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Jessica Rionda Arjona, directora general de Forward Solution de México y presidenta la Asociación Mexicana de Mujeres Empresarias (AMEXME), capítulo Metropolitano del Estado de México
Cuando Jessica Rionda va a una reunión lo primero que hace es preguntar ¿y tú qué haces? La directiva está convencida que pertenecer a una red laboral, y contar con los contactos adecuados, puede hacer la diferencia a la hora de establecer una conversación de negocios con otras personas.
“Es mucho más fácil hacer un negocio con alguien que conoces que con un desconocido que llega a querer vender”, dice Rionda. Además, asegura que interactuar con otras mujeres dentro de la AMEXME la ha permitido interesarse por lo que necesitan las demás profesionales.
En sus 20 años de carrera profesional, afirma que sus clientes más importantes los ha conseguido gracias al networking. “En un desayuno en Puebla, hace cuatro años, estaba sentada a un lado de la dueña de una cadena de salones de fiestas muy importante en México, ella me preguntó qué hacía, a lo que respondí ‘yo le devuelvo a los dueños sus empresas’. Me cuestionó sobre cómo lo hacía y le dije que mediante el diseño de software les ayudo a llevar el control de su compañía. Al siguiente día ya tenía una cita a las 10 de la mañana para hablar de negocios”, recuerda.