Se acerca la fecha de pago por su trabajo. Pero Mónica Moreno sabe que, a pesar de ello, es posible que su cliente pida una prórroga. No sería la primera vez, ni el único cliente que se retrasa en los pagos.
En estos casos, la publirrelacionista y organizadora de eventos recurre a sus ahorros. En seis años como freelancer, ha aprendido que, para no dejar de pagar los servicios de rutina, tiene que ser muy organizada y saber 'jugar' bien con los ingresos que obtiene.
“Cuando comienzas como freelancer, tienes un crecimiento limitado. Por eso es importante tener claro con cuánto capital cuentas y para qué te alcanza. Pues los tiempos de atraso en los pagos hacen que la operación sea complicada. Uno de los aprendizajes que he tenido en este tiempo es que debes escoger bien tus batallas, y a tus clientes”, menciona.
El trabajo autónomo es una modalidad laboral atractiva para las personas que valoran la flexibilidad, incluso por encima del salario. Según la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo del Inegi, en México ya hay más de 15 millones de freelancers. Y la cifra seguirá creciendo.
Guillermo Bracciaforte, cofundador de Workana, un sitio para contratación de freelancers en Latinoamérica, considera que el aumento se debe en parte a las libertades que ofrece este esquema. Por ejemplo, el mayor balance de vida-trabajo, y que se puede laborar desde cualquier parte, gracias a la conectividad. Según sus registros, 24.5% de los freelancers utiliza las cafeterías como oficina.
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Renata Maldonado, especialista en change management y directora de recursos humanos de la multinacional Natura, señala que las organizaciones más eficientes se enfocarán en administrar el ecosistema integral del trabajo, incluyendo diferentes fuentes de mano de obra. “Los freelancers son una de ellas. Hoy por hoy, las compañías contratan a estos talentos para poder llevar a cabo sus objetivos de negocio”, asegura.
No obstante, los especialistas consultados advierten que igual seguirán existiendo otras modalidades de empleo en las empresas, porque el trabajo remoto, con todo y sus ventajas, no es para todos.
“Sólo funciona para ciertos perfiles y modelos de negocio. Como empleadores, también nos fijamos en cuál es la población de nuestra plantilla laboral. Es cierto que un millennial pide más flexibilidad. Sin embargo, como freelancer, puede sentir que no es parte de la compañía”, dice Julia Condomí, gerente de recursos humanos de Homie, una plataforma de alquiler de inmuebles sin aval.
Ser freelancer implica un grado mayor de responsabilidad: desarrollar nuevas relaciones, conseguir clientes, saber cuánto cobrar por el trabajo, generar ingresos suficientes... Por eso, antes de que decidas trabajar por tu cuenta, aquí te decimos si te conviene o no hacerlo:
