Los hijos de Enrique Rubio regresaron a sus clases de educación básica vía remota hace un par de semanas. El padre de familia asegura que, en el inicio de este nuevo, ciclo la dinámica se acordó de forma diferente: todos se levantarían temprano, se bañarían, vestirían y desayunarían antes del inicio de la jornada, a diferencia del cierre de ciclo pasado, cuando lo terminaron de forma improvisada y en pijama.
Así se vive la paternidad entre la educación de los hijos y el home office
Los dos niños tienen la 'fortuna' de asistir a clases virtuales cada uno en sus recámaras, dice el gerente de operaciones en un call center. Una vez que acaba el día escolar, él y su esposa revisan lo aprendido y refuerzan la lección hasta por 45 minutos adicionales. El sistema funciona para la familia, pero también ha sido un proceso desgastante, pues además de hacer tareas y vigilar que los pequeños estén atentos a la enseñanza, deben trabajar. Todo al mismo tiempo.
"Hemos tenido momentos en que la luz se va y todo se complica, sobre todo para los padres que tenemos que trabajar en Zoom, mandar información o revisar correos. Hasta hoy ha funcionado, sin embargo, es complicado enfocarse al trabajo, sabiendo que en estas épocas no se puede perder, y ayudar a los hijos a rendir con sus estudios", dice.
Te recomendamos:
Rubio es consciente de que sus hijos tienen la oportunidad de acceder a una educación vía remota, a diferencia de otros menores. La situación también llevó a ambos padres a desembolsar dinero adicional: Útiles escolares, dos computadoras extra, licencias de Office, incremento de velocidad de internet y dos repetidores que les dieran abasto.
Con estos factores, sumados a las extenuantes jornadas laborales que se acentuaron con la llegada de la contingencia, el estrés se ha hecho presente. "Difícilmente (las empresas) dan flexibilidad en tiempos, pero hay cosas que sí pueden hacer para ayudar con el agotamiento, como ayudarnos con mobiliario para ejercer nuestras funciones, brindarnos alternativas de actividades físicas en línea, apoyo con actividades extracurriculares para los chavos o actividades de bienestar", opina.
En cincos meses de confinamiento y de inicio de trabajo vía remota, al menos 79% de colaboradores ha experimentado el desgaste físico y mental derivado de un mal clima laboral, de acuerdo con una encuesta hecha por la firma Bumeran en México, Argentina, Chile, Perú, Panamá y Ecuador. De los encuestados, 52% señaló no haber visto ninguna iniciativa de apoyo desde el área de Recursos Humanos para afrontar esta situación.
En la última etapa del ciclo escolar pasado, las tareas que le enviaban al hijo de Fátima Álvarez llegaban por correo electrónico o a través de la plataforma Classroom hasta altas horas de la noche o, incluso, en fines de semana. El pequeño, que este ciclo inicia la primaria, tomará clases en línea algunas horas al día; sin embargo, su madre sabe que debe estar presente en esta jornada para asegurarse de que el niño preste atención, algo que se le complica mucho, dado que se desempeña como ejecutiva de ventas y debe estar puntual al teléfono.
Te recomendamos:
"Cuando iba en el kinder, a mi niño solo le dejaban hacer algunas actividades al día y yo le ayudaba cuando terminaba de trabajar, pero ahora en la primaria sí tomará clases virtuales y quiero estar al pendiente de que las tome. Mi mamá, que es jubilada, me ayudará con este proceso porque por mi trabajo no puedo estar tiempo completo con él", afirma.
Al igual que otras madres en la pequeña empresa donde trabaja, llegó a un acuerdo con su jefe para mantener sus labores de forma remota, aun cuando algunos de sus compañeros regresaron a oficinas. Esto le ha permitido mantenerse al tanto de su hijo y no arriesgarse a un contagio por viajes en transporte público.
En México, 88% de las empresas ha dado la posibilidad de continuar el trabajo de sus colaboradores con hijos vía remota hasta que las escuelas retomen la asistencia física a salones de clase, de acuerdo con datos de la consultora Mercer; sin embargo, todavía no hay una regulación clara respecto a la flexibilidad de tiempos en las jornadas laborales que permita a los padres estar más presentes en los procesos escolares de los hijos.
Arleth Leal, especialista en Recursos Humanos asegura que los líderes de equipos de trabajo deben hacer un trabajo de evaluación para decidir qué trabajadores deben regresar a oficinas y que solo lo hagan aquellos que sean sumamente indispensables. "Las organizaciones deben tener bien detectado que organizaciones tendrán problemas con el regreso a clases".