El egresado de Singularity University señala que fue por necesidad que Thürmer Tools se convirtió en una empresa digital. “Tuvimos que repensar nuestro modelo de negocio porque la mayor parte de la producción se estaba trasladando a China y yo quería que tuviéramos el control, porque cuando pierdes el trabajo de fabricación, se pierde la capacidad para evolucionar los productos”, afirma.
La compañía, al ser un negocio familiar, podría ser vista como “poco genial”, sin embargo, para Thürmer esto significó una oportunidad para evolucionar. Comenzaron a trabajar con las impresiones en 3D en 2013 y, un año después, Thürmer Tools solicitó su primera patente, un tornillo con que solo se puede manufacturar con una impresora de metal 3D.
Desde entonces la empresa se desarrolla en el área de fabricación aditiva, la impresión de componentes plásticos y metálicos, hasta la de bustos, reproducción de obras de arte, y muebles. Además, tienen un enfoque de producción sostenible, que permite reutilizar los desechos de algunos procesos en otros para generar nuevos materiales.
“Nos hemos transformado y esto es la columna vertebral de nuestra industria. Tenemos el conocimiento sobre cómo generar dinero y ser buenos empleadores, pero ahora también sabemos cómo transformar nuestra empresa. Éramos sólo una empresa danesa y ahora somos una empresa internacional que puede estar entre las mejores en el este de Europa dentro de nuestro campo con la impresión 3D”, comparte el empresario.
La compañía, con esta evolución, ha desarrollado el negocio en todos los canales de la fabricación disruptiva para productos propios y de clientes externos. Esto es desde conceptualizar el diseño de herramientas de roscado y sujeción (como tornillos, taladros y llaves) hasta su impresión final en plástico o metal, esta última tecnología patentada, con miras en un mercado que, de acuerdo con Thürmer, tiene un valor de 17,500 millones de dólares.
Thürmer, quien también es socio en DareDisrupt, una empresa especializada en tecnología exponencial y disrupción responsable, dice que ya comenzaron las tareas para la manufactura de un auto producido en su totalidad con tecnología 3D en Estados Unidos, por lo que considera que es posible, aunque es una idea que aún se está explorando.