Aunque el trabajo desde casa incrementó 28% la productividad de los empleados en los primeros meses de la pandemia, el desdibujamiento de la jornada laboral ha empezado a generar entre las personas estrés constante, agotamiento mental, desgaste emocional, problemas de salud físicos y un menor rendimiento.
Nuria Jiménez trabaja en un call center de un autoservicio. Aunque es consciente de que la empresa tiene programas de bienestar físico, consulta psicológica y una cultura que busca evitar las juntas a deshoras, la carga de trabajo le impide aprovechar estos programas. “Sabemos que cuando vemos malas prácticas de los jefes tenemos una línea telefónica de denuncia. Un grupo de compañeros y yo llamamos. Nos dijeron que iban a investigar la situación, pero aún no tenemos respuesta”, dice.
Una estrategia de balance laboral requiere algo más que una línea de ayuda que nadie contesta o un buzón de sugerencias que no se lee.
Cuando la contingencia sanitaria comenzó a prolongarse, la empresa tecnológica Citrix empezó a involucrar a sus colaboradores en el concepto digital wellness. Más allá de ofrecer clases de yoga o asistencia psicológica, se enfocó en que sus colaboradores concilien su vida personal con el trabajo, mediante un uso más eficiente de la tecnología durante la jornada laboral.
La firma aplicó la misma solución que utiliza para sus clientes: un espacio de trabajo digital que minimiza el tiempo de intercambio entre todas las aplicaciones que se abren a lo largo del día para trabajar. A ella se sumó el impulso a la cultura corporativa para ejecutar acciones como evitar las juntas en viernes, limitar el uso de smartphones en reuniones o impulsar la desconexión cuando acaba la jornada de trabajo.
“A veces, se cae en la tentación de poner reuniones a deshoras solo porque se está en casa”, comenta José Luis Martínez, Country Manager de la firma para México.
Esto se ha traducido en una percepción de mayor compromiso en el trabajo, satisfacción, productividad y menos estrés.
Para Valeria Gladztein, directora regional de Recursos Humanos de Henkel en América Latina, la comunicación ha sido el arma más fuerte. Cada empleado decide en qué horarios no estará disponible o si su jornada laboral será interrumpida por un asunto personal. Su estrategia se basa en lograr que cada uno encuentre un balance y lo dialogue con su supervisor.