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El mexicano que creó el método para ser productivo sin dejar de ser feliz

Simón Cohen es fundador y CEO de Henco Global. Su labor es impulsar el crecimiento personal y profesional de cada empleado de la empresa de logística.
jue 28 enero 2021 05:00 AM
Simón Cohen
Simón Cohen es fundador y CEO de Henco Global, conferencista y autor del libro Pleno.

Simón Cohen creció en un mundo de altibajos. El primer problema económico que tuvo su familia hizo que se mudaran a Monterrey, Nuevo León. Cohen tenía cinco años, pero recuerda haberse despedido de la Ciudad de México a bordo de un Volkswagen color naranja.

Su infancia no estuvo rodeada de lujos. Era asmático y por prescripción médica comenzó a tomar clases de natación. En ese tiempo, su padre emprendió un negocio de textiles, que años más tarde se convirtió en una pequeña empresa familiar. Cohen estudió Comercio Internacional en el Tecnológico de Monterrey y logró ser un nadador de alto rendimiento que conquistó un campeonato nacional y centroamericano, pero que se quedó a un paso para participar en las Olimpiadas de Atlanta, en 1996.

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“Ahí fue donde me formé como ser humano, porque la natación es un deporte muy individual, pero se entrena en equipo. Aprendí la disciplina, a pensar en los demás y a tener una visión de equipo, sin dejar de trabajar en mí”, menciona.

A los 22 años, cuando le dijeron que no iba a los Juegos Olímpicos, Cohen trabajó con su padre. Sin embargo, no coincidió con su estilo de liderazgo ni con la forma en la que llevaba sus negocios. “A mi padre le iba bien y luego mal. Siempre estaba entre ondas. Además, como todos los de su generación, creía que el jefe era el que mandaba y que los empleados tenían que obedecerlo”, comenta.

“En una ocasión, mi padre pidió un préstamo en dólares y las tasas de interés eran del 140%. Me puse a exportar para generar más ingresos y poder pagar, pero me di cuenta que las empresas de logística daban un servicio muy malo. Y dije: si no hay quién atienda a las pymes, yo lo quiero hacer”, cuenta.

Cohen fundó Henco Global en 1998. Su primer aliado fue un proveedor alemán que quería invertir en Monterrey, y su primer colaborador fue un compañero de la universidad. Logró posicionar la firma como uno de los agentes de carga más conocidos del mercado. Sin embargo, como CEO, recibió una lección de vida. Quería que su familia tuviera estabilidad económica y comenzó a trabajar de más. La carga excesiva de trabajo fue un golpe directo a su corazón. “Estaba muy equivocado en pensar que se trabaja por dinero. Hoy sé que se trabaja para ser mejor, para satisfacer las necesidades de los clientes, para tener felicidad. Y la consecuencia de eso es un beneficio económico”, expresa.

El empresario, de 46 años, se dio cuenta que, ante todo, quería ser feliz. Que si bien es un capitalista, no debe sacrificar su vida personal ni la de sus colaboradores. Así creó el método High Performance Happy People, una cultura organizacional basada en humanismo, que defiende la igualdad y el trato digno, así como crecimiento personal y profesional constante.

Su liderazgo parte de una pregunta: cómo hacer que los demás sean mejores. Un líder, afirma Cohen, es aquel que saca lo mejor de su equipo, pero que perdura en su ausencia. No hay jerarquías verticales, tampoco órdenes. En su organización todos son iguales y trabajan en equipo, pero sin descuidar el bienestar de cada uno.

Su metodología consiste en que todos los valores de la empresa, la filosofía, el ADN y las acciones estén encaminadas a hacer felices a los colaboradores. “Yo personalmente habló con ellos. A las reuniones de la empresa también asisten los familiares, y tenemos audiencias abiertas, unas 150 veces al año”, detalla.

Gracias a la metodología, la empresa ha crecido diez veces, desde su fundación. Su plantilla laboral pasó de 70 a 500 colaboradores, la eficiencia ha aumentado más de 100% en los últimos cinco años, y el índice de rotación de Henco es cercano a cero.

“En términos empresariales, la felicidad es importante porque no hay una persona en el mundo que no quiera ser feliz. Cuando una persona se siente feliz y está bien con su vida personal es muy eficiente en su vida laboral”, opina.

Para alcanzar este desarrollo, Cohen también considera que las personas no deben dejar de formarse, por eso cada año su compañía ofrece diferentes cursos de capacitación. En 2020, cada colaborador tomó 30 cursos, desde técnicos hasta psicológicos y de habilidades blandas, bienestar físico y emocional. De acuerdo con Cohen, en total fueron 7,500 horas de capacitación invertidas.

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De hecho, el empresario, que ha publicado el libro Pleno, en el que que expone cómo su metodología funciona para ser un empresario exitoso, y cómo un enfoque basado en wellness, mindfulness y happiness es aplicable y necesario en cualquier ámbito de la vida, asiste cada año a la Universidad de Harvard para cursar un programa de educación ejecutiva. Además, tres o cuatro veces al año toma algún curso de actualización, sobre todo, de humanismo, liderazgo, talento, motivación o management. “Siempre tenemos que estar a la vanguardia y aprender lo más muevo que hay para ofrecer un extraordinario servicio a nuestros clientes, proveedores y, sobre todo, colaboradores”, dice.

Esperanza Martínez, especialista certificada por la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), señala que la capacitación es una herramienta clave para el crecimiento personal y profesional, por lo que es necesaria para el desarrollo e innovación de cualquier espacio laboral.

La capacitación, dice, se da con base en la necesidades prioritarias de una empresa. Hoy, el cuidado del talento humano es fundamental no solo porque estamos en medio de una pandemia, sino porque en promedio la productividad de un empleado feliz incrementa 70%, asegura con base en datos de su trabajo como consultora.

En 2010, la London Business School (la segunda mejor escuela de negocios internacional, según el ranking 'Los mejores MBA ejecutivos internacionales', elaborado por Expansión ) reconoció la metodología de Cohen al realizar un estudio de caso sobre su capacidad e inteligencia estratégica en los negocios. También la Universidad de Harvard documentó su historia en un estudio que destaca su cultura organizacional, llamada Gente Feliz.

La felicidad para Cohen es tener balance y estar en paz. No le gusta que lo midan por el tamaño de su empresa. Lo que quiere es que cada persona que trabaja con él sea íntegra, buena y con valores y se sienta desarrollada. “Si todos lo fuéramos, México sería una potencia mundial”, menciona.

Hoy, la compañía se dedica a hacer fletes aéreos, marítimos, terrestres de importación y exportación. Adicional, cuida las cadenas de suministro, desde poner empaques, embalajes, distribución, almacén, hasta seguros y trámites aduanales.

Henco tiene presencia en Centro, Sudamérica y Asia, y en 2016 la Terminal Portuaria de Contenedores de Lázaro Cárdenas la nombró como el operador logístico con mayor volumen en México.

“Todos venimos a este mundo a resolver problemas. En el último año falleció mi papá, falleció mi suegra, tuvimos COVID-19, tuvimos una crisis en la empresa. Pero así es la vida. Cuando entendemos que somos seres finitos y que entre más energía y buena cara pongamos a lo que hacemos, todo es más fácil”, agrega.

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