A partir de ahí la empresa decidió apostar por cinco divisiones: logística y servicios especializados e industriales; back office, que incluye gestión de oficinas y edificios, atención al cliente y soporte administrativo; perfiles comerciales para ventas, promotoría, mercadeo y soporte de marketing; puestos tecnológicos y salud ocupacional como médicos de empresa y nutricionistas para empleados. Por ahora, con estas cinco verticales, Adecco estima que su negocio de subcontratación se reduzca al 40% este año.
Martínez está consciente de que esta reforma –que entró en vigor el 24 de abril- afectará su negocio a corto plazo porque, dice, el mercado tiene que entender la nueva regulación, aún hay dudas sobre los servicios especializados. "No todas las empresas que ofrecían servicios de outsourcing van a sobrevivir por falta de recursos", afirma.
La reforma a la subcontratación prohíbe a las empresas como Adecco poner a disposición trabajadores propios en beneficio de otra compañía. Sin embargo, abre la ventana a que el personal especializado ajeno al objeto social de la empresa que requiere el servicio sí pueda ser subcontratado.
La complejidad está en si la ley permite la subcontratación de otro tipo de servicios profesionales o cuáles son los puestos especializados prohibidos. Pedro Zugarramurdi, socio coordinador de la práctica de Impuestos de la consultora de negocios Salles Sainz Grant Thornton, asegura que la clave está en el objeto social de cada empresa.
Antes de la reforma, las empresas de outsourcing ofrecían la subcontratación en diferentes rubros. Ahora, para ofrecer los servicios especializados las empresas deben registrar objetos sociales específicos ante la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS).
“En México, las empresas tienen objetos sociales muy amplios. Deben delimitarlos porque todos los trabajos pueden ser especializados, dependiendo de a quién se les esté ofreciendo y de quién los esté requiriendo. Eso implica un trabajo administrativo enorme”, explica el especialista.
Adecco definió cinco divisiones especializadas para subcontratar. Ya no podrá fungir como patrón en ningún otro rubro. En el caso de limpieza, por ejemplo, la firma podrá encargarse de la selección y reclutamiento de esos puestos. Pero la empresa contratante -en el papel y en la práctica- será otra.
“A mediano plazo, esta reforma sí nos puede beneficiar porque va a filtrar a los operadores de subcontratación especializada. Las empresas que tenemos los recursos para hacerlo vamos a seguir en el juego”, afirma Martínez.