Todo depende de cómo se incluyan estas experiencias en el CV. Si bien, los fracasos siempre dejan aprendizajes, los postulantes deberán plasmar en su hoja de vida cómo estos supuestos fiascos sirvieron de empuje para lograr un resultado de negocio, un proyecto en particular o la toma de la responsabilidad. Después tendrán que explicarlos a profundidad en una entrevista de trabajo.
Alejandra Martínez Campos, responsable de Marketing y de Estudios del Mercado Laboral en CompuTrabajo y SherlockHR México, ambas empresas del grupo español de bolsas de empleo, Red Arbor, dice que un fracaso en el CV debe ir acompañado de datos objetivos y evidencias sobre el aprendizaje obtenido.
Es oportuno incluirlos en la hoja de vida porque eso da un mayor parámetro al reclutador de cómo el postulante maneja situaciones adversas o imprevistas que no pensaba que podían ocurrir. También dejan entrever la capacidad de resiliencia y adaptación al cambio que tiene el candidato.
Por esto, además del CV, una de las técnicas de entrevista por competencias a la que recurre Godínez es precisamente abordar los fracasos y “desmenuzarlos” para identificar las habilidades que domina el postulante. Y esto funciona tanto para la selección, como para promociones o formación de equipos de alto desempeño.
A pesar de las ventajas de esta estrategia, Carlos Gereda, líder de Ingeniería en la empresa de recursos humanos Robert Walters, comenta que los candidatos siguen enfocándose más en destacar sus logros.
De hecho, solo dos de cada 40 CV que recibe Roberto Ventura, socio director de NEOS RH Consultores, incluyen los fracasos. Y ya en entrevista, siete de cada diez candidatos los menciona, pero no como aprendizajes, sino como motivo de renuncia en su anterior empleo. Las tres razones asociadas a ello son el mal ambiente laboral, la carga excesiva de trabajo y un mal jefe.
Un fallo o resultado no esperado mantiene una connotación negativa en la cultura mexicana. Para los reclutadores, en cambio, “si estás cometiendo errores significa que te estás arriesgando y que no estás dejando de innovar. Actualmente, la mirada de las organizaciones se ha puesto también en entender qué errores han cometido y cómo los han solucionado, ya que eso permite analizar las situaciones para no volverlos a cometer”, expresa Gereda.