Un escenario que se vuelve poco favorecedor para las compañías, dice, pues asegurar el equilibrio en la vida personal y laboral de los trabajadores es un factor determinante en la retención de talento, en su capacidad productiva y los índices de satisfacción.
Brenda Ventura, especialista en procesos de capital humano, coincide en que la desconexión digital es fundamental en el fortalecimiento de una cultura organizacional más humana. En costos es más rentable retener a gente enfocada y descansada que volver a invertir en nuevos procesos de selección y onboarding. Además, la desconexión digital ya es un derecho, que se desprende de la regulación del teletrabajo.
De acuerdo con el artículo 68 bis de la Ley Federal del Trabajo, que se adicionó y entró en vigor en octubre de 2020, los empleados no están obligados a responder ninguna comunicación de trabajo fuera de su horario laboral, ya sea llamada telefónica, correo electrónico o mensaje instantáneo.
Algunas acciones que están implementando las empresas para respetar este derecho y evitar la tecnofatiga son la delimitación de juntas y los días libres de videollamadas. Según datos de la bolsa de trabajo OCCMundial, seis de cada diez trabajadores piden que se respete su derecho a la desconexión digital, y consideran que éste es el principal beneficio que deberían ofrecer las empresas en México, como parte de su salario emocional para motivar a los equipos de trabajo.
Sergio Porragas, director de Operaciones de OCCMundial, asegura que la idea es reconocer que se debe respetar el tiempo de descanso, permisos y vacaciones de los trabajadores. “La empresa puede enviar un email cuando quiera, pero el trabajador tiene derecho a no responder hasta que inicie la jornada laboral”, menciona.
Para que el trabajador ejerza su derecho a la desconexión digital, los especialistas consultados aconsejan lo siguiente:
Usar mensajes de auto respuesta. Configurar una respuesta automática en el correo electrónico y en los mensajes instantáneos ayuda a que la persona que nos contacta sepa que le daremos una respuesta a nuestro regreso, y a que no estemos al pendiente de dar contestación a los mensajes que llegan.
Desactivar las notificaciones. Apagar los dispositivos móviles, o bien, silenciar los chats que estén relacionados con el trabajo. Esto implica restringir llamadas con el modo ‘no molestar’ para evitar tentaciones.
Establecer un canal de emergencias. Acordar un canal de comunicación para atender temas extraordinarios o emergencias, sin embargo, es vital que haya una concientización y claridad sobre qué sí es emergencia y qué no.
Organizar el día. Cada día dura 24 horas, divide y asigna una cantidad de tiempo a cada actividad que realizarás en el día. Puedes ayudarte con recordatorios en el teléfono, revisar el correo institucional solo por las mañanas y al término de la jornada, hacer una lista de las acciones del día y tacharlas conforme estén concluidas. Sé realista y equitativo entre los pendientes del hogar y los de la oficina.
Disfrutar de los ratos de ocio. Aprovecha el tiempo de ocio y descanso para recargar energía. Incluye ejercicios de relajación, estiramiento, yoga o meditación, pero también date la oportunidad de desconectarte de los dispositivos móviles. A tu regreso al mundo laboral, serás más tenaz para cumplir con objetivos reales, en tiempo y forma.