El mundo del trabajo no se escapa de los mitos. Las ideas falsas sobre cómo ser más productivo se cuelan en el imaginario colectivo y se reflejan en la jornada laboral. La clave del éxito está en despertarse muy temprano, para hacer muchas cosas a la vez y mientras lidias con la presión. Más que factores para escalar en el mundo laboral, la mayor parte de las veces acaban siendo un cliché que acaba afectando, precisamente, a la productividad.
No hay una fórmula exacta para ser productivos, ni horarios o lugares que garanticen el éxito. Más bien depende de cada colaborador, de su estado de ánimo, salud física y forma de organización. “Lo que realmente te hace productivo es tener claros los objetivos e indicadores de medición, estar comprometido con tu empresa y con tu puesto, amar lo que haces y disfrutarlo, no importando el tiempo que le dedicas si al final te sientes satisfecho y contribuyes con los resultados de la organización”, dice Norma Godínez, directora de Recursos Humanos de Kelly Services México.
Con el auge de la transformación digital, el ritmo del trabajo se ha acelerado. Sin embargo, la producción se da por sí sola cuando el empleado sabe marcar su propio ritmo para gestionar los proyectos y cargas laborales, y cuando la compañía sabe darle el espacio y cuidado a cada colaborador.