Desde la praxis corporativa, el desarrollo sostenible es un concepto que ha cobrado vital importancia en el marco internacional, ya que se postula como el desarrollo que satisface las necesidades del presente sin comprometer el futuro de las nuevas generaciones. Por ello, la universidad se propone ser un sistema autosuficiente, regido por un liderazgo que garantice su salud financiera, la optimización de sus recursos y el desarrollo de una cultura de cuidado al medioambiente, que impulse la responsabilidad individual y colectiva.
Un futuro por delante
La institución cuenta con una estructura organizacional que responde a las necesidades de cada campus, promoviendo un modelo educativo flexible e innovador, cuya normatividad, políticas y procedimientos se mantienen actualizados para armonizar el funcionamiento de las acciones académicas, administrativas y financieras de manera eficiente y sustentable; consolidando, por otra parte, una responsabilidad social corporativa que busca mejorar las condiciones sociales del entorno donde se desarrollan las personas y sus familias.
Hoy, las universidades siguen teniendo un importante desafío frente a la innovación de nuevas formas de enseñanza, que se fundamenten en una mejor comprensión del entorno y se alineen a las nuevas necesidades de la economía para el desarrollo de habilidades. Mismas que están encausadas hacia la productividad, la competitividad, el emprendimiento y el uso apropiado de las nuevas tecnologías.